13 DE JUNHO DE 1901 - LISBOA: OPÇÕES DO CAVALEIRO JOSÉ BENTO DE ARAÚJO QUESTIONADAS POR UMA QUESTÃO DE JUSTIÇA (na imprensa espanhola)


 

Biblioteca digital de Castilla y León

Estafeta taurina

Lisboa. — Corrida efectuada el 13 de Junio. — Es sabido que todo empresario, sea de toros ó de teatros, tiene que seguir planes, guardar preceptos y respetar privilegios. Pero si ese empresario es también artista, su conducta deberá ser más recta y respetuosa con las costumbres que la de cualquiera otro, para dar así el ejemplo.

Entiéndase dirigida esta observación al caballero José Bento d'Araujo, que en esta tarde celebraba su corrida de beneficio y por esa razón era empresario de hecho.

En la organización del cartel encajó el beneficiado nada menos que ocho banderilleros portugueses, no correspondiendo, por tal motivo, más que un toro á cada cual; y en la distribución de la corrida, atendiendo, no sabemos si á amistades con algunos de esos artistas, ó á circunstancias que ignoramos, lo cierto es que quien gozaba la primacía en alternativa, vió perjudicada su antiguedad, toreando en último lugar, después de diestros mucho más modernos.

A nuestro juicio, el precedente sentado por José Bento (de Araújo) no ha sido acertado, y menos tratándose de un artista como él lo es.

Cadete, como José Martins y Saldanha, de ninguna manera debieron torear en el turno que lo hicieron, y creo que harán mal si se conforman.

Torres Blanco hizo muy bien reclamando su antiguedad, y vió atendida, en justicia, su reclamación.

Crea, José Bento (de Araújo) que sentimos haber de tratar este asunto, partiendo la iniciativa — como ya hemos dicho — de un artista; tanto más, siendo quien, no hace mucho tiempo, en una reunión, á la que asistieron todos los banderilleros y caballeros contratados por la empresa de esta plaza, para fijar las fechas de los respectivos beneficios, hizo prevalecer su antiguedad para ser el primero en realizar la fiesta anual, como en efecto se ha realizado y es justo.

Por eso estimamos que José Bento (de Araújo), después de sus palabras en la citada reunión, de ninguna manera debió perjudicar la antiguedad de otros artistas, celoso como él se ha mostrado de la propia, considerando que cada cual tiene perfecto derecho á que sus preeminencias sean respetadas.

Y vamos á la corrida:

José Bento (de Araújo) que, indudablemente es uno de nuestros toreros más populares y estimados, nos presentó una corrida muy regular, que satisfizo á la afición.

La plaza estaba llena.

D. Tancredo, en el que las empresas han encontrado una mina, que era la figura más discutida del cartel, hizo su experimento con felicidad.

"Chicuelo", el valiente y aplaudido novillero, también figuraba en el cartel; pero antes de comenzar el espectáculo se fijaron notas anunciando que había perdido el tren. El beneficiado, viendo que el público se conformó con la falta del novel matador, resolvió destinar el importe del ajuste á actos benéficos, y esta idea fué muy aplaudida.

LOS TOROS. — Pertenecieron al acreditado ganadero Esteban d'Oliveira, que nos envió diez toros muy bonitos y bien armados, pero algo desiguales en tamaño. Sin embargo, estaban bien criados y en su mayoría hicieron buena pelea. El más bravo fué el segundo y los más bastos, cuarto y octavo.

LOS CABALLEROS. — José Bento (de Araújo) toreó bien los toros quinto y noveno, oyendo palmas, principalmente en su primero, al cual clavó algunos rejones buenos.

Manuel Casimiro estuvo regular en el primero. En el sexto bien, colocando rejones de mérito y dos de las cortas, superiores. En este toro su trabajo — el mejor de la tarde en la gente montada — fué premiado con justos aplausos.

Eduardo de Macedo nada hizo que pueda ser clasificado en el arte de torear á caballo. En nuestra humilde opinión, haría bien no volviendo á entrar en Campo Pequeño, sin estar seguro de que sabe lo que es necesario para que un artista se presente en plazas de primer orden.

LOS BANDERILLEROS. — Teodoro tuvo una buena tarde. Agarró dos pares muy buenos en sel segundo y uno, de igual marca, en el séptimo. Bregando estuvo, como siempre, incansable toda la tarde.

Cadete, un par de mérito en el cuarto y dos en el séptimo. Bregando muy bien en el primer toro.

José Martins y Torres Branco, que se entendieron con el octavo, nada notable hicieron.

Manuel de los Santos agarró tres pares en el segundo, siendo bueno el primero. El el décimo ejecutó regularmente el quiebro en rodillas.

Tomás da Rocha un par superiorísimo, cuarteando á ley, en el toro cuarto, y una buena salida en falso.

Saldanha un par muy bueno en el décimo.

Xavier, que saltó bien la garrocha en el quinto y décimo, puso al último un par aceptable.

Toreando de capa, á falta del maestro, vimos á Teodoro y José Martins, que se portaron regularmente.

Con la muleta salieron Cadete y Manuel de los Santos á ensayarse en los toros séptimo y décimo, respectivamente.

Aunque no podamos aplaudir á uno ni á otro, diremos que Cadete se colocó con más elegancia y serenidad frente á la res, "dejándola llegar" con más sangre fría que Manuel de los Santos.

Deben aprender más por fuera, pero mucho más, para luego torear en la primera plaza del país.

Ayudando, Torres Branco fué el único que hizo algo de particular, metiendo bien el capote en algunas ocasiones; pues otros no hicieron más que tirarlos á los toros antes de que éstos acometieran.

LOS FORCADOS. — "Pegaron" regularmente, de espaldas, al segundo, y de frente al cuarto y al octavo.

La dirección, á cargo de Manuel Botas, acertada.

Asistió á la corrida S. M. el rey D. Carlos. — CARLOS ABREU.

In SOL Y SOMBRA, Madrid - 4 de Julho de 1901