1896 - TOREO ESPAÑOL Y TOREO PORTUGUÉS - «EL CABALLERO REJONEADOR LUIZ DO REGO» (LIBRO)

 


LUIZ DO REGO

            Remitámonos á lo que uno de sus biógrafos, Salvador Marqués, si nuestros recuerdos no mienten, decía, en Mayo de 1888, en O Tureiro (NOTA : O Toureiro), de Lisboa, anticipando que la brillantez de su artículo resume todo lo que se pueda hablar respecto al trabajo de los rejoneadores de Portugal.

            Dice así:

            »Desearía preguntar á esos sentimentalistas que derrochan por ahí una retórica banal y enemiga de la fiesta de toros, si asistieron alguna vez á estas brillantes lides, que demuestran el supremo lucimiento de nuestro toreo, cuando los preceptos taurómacos, los primores de la equitación, el donaire y la valentía del caballero, el arranque impetuoso del toro y los movimientos rápidos del corcel son los detalles que constituyen ese cuadro arrebatador que emociona el ánimo profundamente, haciendo prorrumpir á las multitudes en gritos de antusiasmo.

            »Si asistieron á alguno de esos lances, no lo habrán podido contemplar impasibles; y si no asistieron, ¿por qué fallan contra las corridas de toros?

            »Uno de los modernos lidiadores que más reune esas prodigiosas condiciones de rejoneador es ciertamente el airoso y valiente caballero á que nos referimos.

            »Vedlo, lidiando con asombrosa altivez é inquebrantable denuedo; venciendo con las dotes que la naturaleza le ha dado para la equitación la fogosidad de su caballo Leotard; arrojándose á la lucha con la alegre despreocupación de la mocedad, y un coraje y una presencia de ánimo esencialmente varonil; dando alegría á la fiesta, y saliendo incólume de los lances más arriesgados; pero de tal modo, con tanto arte, que es imposible que el más hipocondríaco, el más falto de sensaciones, no rompa en aplauso entusiasta ante el trabajo del gentil caballero, que sintetiza la gallardia y el valor.

            »Hagamos constar ahora algunos datos biográficos del simpático lidiador.

            »Luis Do Rego Da Forneca Magalhaes, (NOTA : Luiz do Rego da Fonseca Magalhães), nieto del gran estadista que dejó en las páginas de la historia política portuguesa un nombre inmortal, nació en 31 de Agosto de 1859.

            »Desde muy pequeño comenzó á presenciar corridas y á manifestar su decidida afición por la fiesta, afición que más tarde debía llevar á la arena á uno de los más arriesgados mantenedores.

            »Hizo su presentación como caballero en la plaza de Villa-Franca de Xira en 8 de Agosto de 1880, en una corrida que se celebró á beneficio del hospital de aquella población.

            »Toreó con mucho arrojo, colocando once hierros en brillantes suertes, y cuantos aplaudían á esa espléndida estrella pronosticaron desde luego que el arrojado debutante llegaría á ser uno de nuestros más distinguidos caballeros.

            »A los pocos días toreó en Alhandra en compañía de Alfredo Tinoco, José de Mascarenhas y Jerónimo Vianna... El público colmó de aplausos el trabajo del caballero.»

            Hasta aquí el biógrafo; nosotros añadiremos estos datos entresacados del mismo artículo, que no publicamos íntegro por su extensión.

            En 29 de Junio de 1881 toreó en Lisboa en una corrida dedicada á Tinoco, lidiando al toro Rasteiro, de la ganadería de Roquete, al que puso siete hierros magníficos y dos pares de banderillas. Es este mismo año, en una función á beneficio de (José) Bento d'Araujo, lidió magistralmente un toro del Conde de la Atalaya, acabando por poner hierros cortos, empleando igual procedimiento con otro magnífico toro de la ganadería de Marqués, ya lidiado en otras ocasiones, y ganando la ovación más grande nque, segun el repetido biógrafo, se ha escuchado en la plaza de Santa Ana. (NOTA : Sant'Anna, Lisboa)

            En 1883, y en una corrida celebrada en honor del rey de España D. Alfonso XII, Do Rego terminó su trabajo, poniendo hierros cortos á gampa, suerte que hasta entonces no había sido ejecutada.

            En Madrid, y en competencia con Tinoco, rejoneó dos toros de Palha Blanco, mereciendo del público y la prensa los mayores elogios.

            En Sevilla rejoneó un toro de Benjumea, produciendo extraordinario entusiasmo, recibiendo muchos regalos, entre ellos un magnífico alfiler de corbata orlado de brillantes.

            Do Rego posee la cabeza de dicho toro, que fué estoqueado por el espada José Ruiz (Joseito).

Revista Serões - Hemeroteca CML

            Ha toreado además en Lisboa, Santarem, Cartaxo, Moita, Almada, Montemor ó Novo, Elvas, Extremoz, Cintra, Caldas (NOTA : Caldas da Rainha), Nazareth, Thomar, Setúbal, Góllega. ((NOTA : Golegã)

            Luis do Rego une á sus extraordinarias aptitudes de toreador, las de jinete tan consumado, que su caballo Leotard, verdadero caballo de sangre y tan acostumbrado á la lidia, que burla de continuo las acometidas de los toros á saltos de carnero y carreras inesperadas, no ha logrado sacarle de la silla una sola vez.

In LA TAUROMAQUIA, Leopoldo Vázquez, Luis Gandullo e Leopoldo López de Saá - Direcção técnica de Rafael Guerra (GUERRITA) - Mariano Núñez Samper, Editor, Madrid, 1896.

1896 - TOREO ESPAÑOL Y TOREO PORTUGUÉS - «EL CABALLERO REJONEADOR ALFREDO TINOCO DA SILVA» (LIBRO)

 


ALFREDO TINOCO DA SILVA

            Notabilísimo caballero que cuenta los días en que actuó por las ovaciones recibidas es D. Alfredo Tinoco.

            Nacido en Lisboa en 5 de Julio de 1855, se distinguió desde su más temprana edad por su decidida afición á las lides taurinas, en que interveino ya cuando aún no contaba quince años.

            Su primera salida tuvo lugar en el Campo de Sant'Anna, en una corrida organizada por la Comisión Taurómaca permanente el 14 de Agosto de 1873, y desde entonces, como la de su compañero (José Bento de) Araujo, su vida artística fué un continuado triunfo.

            Su debut como rejoneador habilidoso se verificó en 1 de Junio de 1876, en una corrida de beneficencia celebrada en Lisboa. Hasta entonces había ejercido de banderillero y forcado, llamando notablemente la atención en el difícil arte de Pablo Herraiz en otra corrida que se dió en 24 de Agosto de 1874 á beneficio de los heridos de la guerra civil de España.

Revista Serões - Hemeroteca CML

            Jinete duro y garboso, capaz de domar el más indomable potro del Atlas ó de las llanuras argentinas; elegante de figura, y con un valor indomable, no hay toro que por fiero que sea le haga retroceder. Su caballo, dócil intrumento de su voluntad, obedece á la menor presión de las riendas, y va paso á paso hacia el toro; el bruto parte rugiente de rabia; (Alfredo) Tinoco entonces imprime con las rodillas una ligera presión al corcel, que salta, burla á su enemigo, le sortea, le cansa, estrechándole más en cada vuelta, hasta que el jinete deja caer la mano nerviosa que empuña el rejón, quebrándole con airoso ademán y alzando en seguida el mutilado puño del arma como un trofeo de victoria.

            Para los aficionados de Madrid no es (Alfredo) Tinoco un desconocido. Frecuentes han sido las ovaciones que se le han tributado en nuestra plaza, así como en las más importantes de nuestra nación y en las principales de Francia, donde se rinde culto verdadero á la fiesta taurómaca.

NOTA : Consultar também https://corridasportugalespanafrance.blogspot.com/2018/12/1-de-novembro-de-1909-lisboa-praca-do.html

In LA TAUROMAQUIA, Leopoldo Vázquez, Luis Gandullo e Leopoldo López de Saá - Direcção técnica de Rafael Guerra (GUERRITA) - Mariano Núñez Samper, Editor, Madrid, 1896.

1896 - TOREO ESPAÑOL Y TOREO PORTUGUÉS - «EL CABALLERO REJONEADOR JOSÉ BENTO DE ARAÚJO» (LIBRO)

 


Nimes
FOTO : © Rui Araújo

La hermandad por los toros. — ¡Abajo los detractores! — Dumas, Madame Severine, Coope, Gautier. — El rejoneo á la portuguesa. — Caballeros rejoneadores.

            Va tan íntimamente unida la historia del toreo portugués á la del español, que apenas si se diferencian en algunos detalles.

            Verdadero punto de hermandad entre ambas naciones han sido las corridas de toros, hasta el extremo de aceptar como suyos nuestros lidiadores, aplaudiendo sin reserva su temeridad y su arrojo, ajenos siempre á patrioterías de mal gusto, y á sensiblerías cursis, y dispuestos al férvido entusiasmo que en el alma más tranquila provoca de continuo el espectáculo de nuestra fiesta favorita.

            Saben demasiado que á las corridas de toros no se las puede exigir más de lo que dan ni ver en ellas esas trascendencias filosóficas que se empeñan en achacarles los que presencian indiferentes el juego del boxeo que mata ó por lo menos desnariga á un hombre; el juego del polo que desriñona é inutiliza á los más ágiles y hermosos caballos, y las carreras en que el jockey se descrisma; los que pidiendo sin cesar carne cruda para satisfacer su apetito tienen el egoismo de no presenciar ni sufrir viendo cómo se vierte la sangre de la víctima que pedazo á pedazo han de devorar en el sabroso roosbeef.

            ¡Ah! La humanidad es así; siempre la eterna fábula de Samaniego realizada; siempre el brutal estómago con hambre, y las uñas prontas á desgarrar y los labios ávidos de fijarse sobre los bordes de la herida para chupar la sangre como el hurón, condenando después con el gesto hipócrita y melindroso, cuando la disgestión hiposa deja paso apenas al análisis del espíritu, el ansia brutal.

            En Francia comen todos los días más de 40 millones de habitantes y todos reclamarán carne fresca, imponiéndose, por consecuencia, el sacrificio de innumerables reses. Es casi seguro que los más graves detractores de nuestra fiesta nacional serán inimitables comedores de magras. Dumas (padre), por ejemplo, aquél que dijo que las fortalezas españolas se rendían á la primera intimación, y cuya imaginación brillante no le puede disculpar á nuestros ojos de ser el escritor más injusto, tenía especial predilección por los asados y las buenas lonchas de ternera y los buenos jigotes de vaca; Mad. Severine y Coope, probablemente habrán hecho más gasto de carne que Teófilo Gautier, nuestro defensor antusiasta.

            Pues bien; toda esa inmensa multitud, comiento el solomillo de vaca con más avidez y más ruido que los gusanos de seda la hoja del moral, ¿cuántos golpes de maza no representan en los mataderos de París y de los departamentos?

            Puestas en fila las reses que es necesario sacrificar á la hora del sacrificio, podría compararse su espectáculo á un campo lleno de espadaña tronchado de súbito por la furia del vendaval. Y, sin embargo, esas sutiles y etéreas criaturas sacan á relucir la ley Grammont y quieren que el toro sea animal doméstico. En ese país brotan sociedades protectoras de todos los animales hasta que llega la hora de comérselos, que es precisamente lo que antes hacían los indígenas de Nueva-Zelanda con los náufragos que conseguían atrapar.

            ¿No es cien veces, y dentro de lo relativo, más espiritual el ver sacrificar un toro en un lugar que no tenga los asquerosos miasmas de un matadero, dándole ocasión para defenderse y derecho á atacar, siendo burlado y arrostrando su furia, sufriendo á menudo los efectos de su encono desesperado? ¿No es mil veces, repetimos, más espiritual que amarrarle dejándole sin defensa, surgir de pronto y hacerle rodar un mazazo?

            Eso admitido, detractores de mi alma, ¿qué trataréis de demostrar? ¿Que siempre es odioso el espectáculo de la sangre? ¡Oh, sí, muy antipático! Sobre todo, es más cómodo decir: «Vertedla, vertedla, pero que no lo vea yo; dádmela en vajillas de oro, en treinta y dos platos con más adornos que los que prodigaban en los antiguos banquetes florentinos; sacrificad para obsequiarme vuestro buey más hermoso y más joven ante el ara divina de mi estómago, mientras me baño en agua de rosas en el lugar más recóndito y silencioso del bosque, donde los gorjeos de las aves no deien llegar hasta mí los tristes balidos de la víctima; descuartizad y hundid vuestros brazos hasta el codo en las entrañas palpitantes, y apartad con gran cuidado los riñones, que es mi plato especial; preparadme entre adornos de odoríferas yerbas el suculento solomillo, y al servirlo presentáos á mí con las manos limpias, muy limpias, donde yo no vea una sola gota de sangre que me produzca lástima ó asco. ¡Ah, sí! Yo como por necesidad y soy miembro de una sociedad protectora de animales y plantas, pero encierro mis ideas en estos silogismos.

            «Toda planta debe brotar para que yo la arranque. Todo animal tiene derecho á vivir, luego es natural que yo me lo coma.»

            Contra todos los estadistas, contra todos los filósofos, contra todo lo que preconicen esos ciudadanos que pretenden velar por la dicha del pueblo, destruir con argumentos sin lógica las costumbres porque á ellos no les gustan, á ellos, que componen la minoría, hay una suprema razón, y es la siguiente:

            El pueblo tiene más razón que nadie.

            Cuando adopta una costumbre ó profesa una religión y mantiene con desvelo su culto y su fe, no hay que dudar que lo que mantiene es bueno.

            Por eso precisamente las provincias meridionales de Francia, Arlés, Nimes, Bayona y Mont de Marsán, tan aficionadas á las corridas de toros como Madrid, Sevilla y Barcelona, mantienen enarbolado constantemente el estandarte de la rebelión contra todo decreto y toda ley que tienda á prohibir nuestra fiesta, que ya es también suya.

Arles
FOTO : © Rui Araújo

            No importa que el prefecto trate de impedir la entrada al circo: el pueblo va, el pueblo empuja, y entra, y pide que se corran los toros á uso español, y el pueblo funda periódicos taurinos, y publica vocabularios con términos tauromáquicos, para poder sentir más hondo el conocimiento de lo que el espectáculo es, y aprender más de prisa las denominaciones de sus distintos lances.


Nimes - as arenas romanas (POSTAL)
FOTO : DR

            Nimes, Arlés, Bayona... vosotras dais un eumpujón á los Pirineos, colocándolos más allá del pueblo del Tartarín, inmortalizado por Daudet: vosotras, lo mismo que Lisboa, Porto y Santarem, os vais haciendo hermanas nuestras por la comunidad de gustos. Adelante siempre: la fiesta de toros no es una derivación del antiguo circo romano, donde el gladio y las garras terminaban la vida de los hombres. No es el Spoliarium de estas fiestas, sino la fiera sacrificada noblemente por el hombre, para repartir después su carne entre la gente que necesita comer barato.

            Los toros son una diversión que se extiende y sube como la marea, sin que puedan contener su movimiento ascendete diques ni propósitos. Palmo á palmo ganará terreno, y de la misma manera que Hernán Cortés y Vasco de Gama conquistaban lentamente Méjico y las Indias, así la afición á las corridas, adelantando, conquistará este departamento hoy, el otro mañana; triunfará en París, por llevarla el pueblo; invadirá como la oleada de la inundación la parda línea de los Vosgos por la derecha, subiendo de España, mientras hacia el Noroeste, precipitándose en la Vendée y en Bretaña, se detendrá un momento en el canal de la Mancha, esa masa líquida en cuya superficie circulan ya las corrientes glaciales del polo, pero pasará al fin y se apoderará de Londres, mientras rueda con fantástica rapidez sobre el suelo de prusia.

            Entonces la afición, lanzando un grito estentóreo de entusiasmo, proclamará la fiesta española, fiesta universal. ¿Será realizable este sueño? Mientras vaya ganando terreno, por lo menos se puede tener esperanza.

            ¿Chi lo sa?

            Pero no divaguemos, y sea con nosotros el método.

            Hablábamos de Portugal, de la hermosa patria de Camoens, y decíamos que su toreo no se diferencia del nuestro sino en ligeros detalles.

            Digamos los que son.

            En primer termino, la parte principal del toreo portugués es la caballeresca.

            El rejoneo.

            Pero rejoneo con rejón de los de forma de hoja de peral, al antiguo uso de España; rejón de muerte y no de adorno, clavados por peritísimos caballeros que, en vez de la airosa ropilla, visten para estos lances la casaca de terciopelo, y en vez del fieltro con airón, el sombrero de tres candiles, festoneado con plumas.


José Bento de Araujo
Hemeroteca CML

            El rejoneo á la portuguesa no consiste en citar al toro y esperarle, rejoneando por la derecha mientras el peón le empapa por la izquierda con el capote, sino en buscar á la res, esquivarla, corretear en derredor suyo, poniendo á prueba el que lo ejecuta sus condiciones de habilísimo jinete; cambiar de pronto la dirección que se lleva, y, por último, y estando la fiera en condiciones, cruzar por delante de ella á toda velocidad, clavar y quebrar el rejón, quedándose con el puño como trofeo.

            Hagamos mención de los caballeros del vecino reino que más se han distinguido en esta suerte.

            He aquí los principales:


JOSÉ BENTO D'ARAUJO

            Este distinguidísimo rejoneador, cuyo excelente trabajo han tenido ocasión de admirar los aficionados madrileños más de una vez, nació en Junquería (NOTA : Nasceu na Ajuda, em Lisboa) el año de 1852 (NOTA : 18 de Setembro de 1851 - 2 de Setembro de 1924), cuenta, por consecuencia, en la actualidad, cuarenta y cuatro años.

            Dotado de una afición sin límites y un valor rayano en la temeridad, se presentó por primera vez ante el público de su país en 1874, alcanzando unánimes aplausos, y captándose, desde luego, la admiración y las simpatías del público, pudiendo decirse que desde aquella tarde data la celebridad de este caballero.


José Bento de Araujo
Biblioteca nacional de Portugal

            Después tomó parte en varias corridas verificadas en Sacavem, Campo de Sant'Anna (NOTA : Lisboa), Porto y otras plazas de provincias, alternando con el célebre Monteiro (NOTA : Casimiro Monteiro) y Manuel Mourisca.

            Sembrada de flores en Portugal su senda de artista, quiso ver otra nueva tapizada para él en el extranjero, é imitando á nuestro D. Luis Mejía:

Saltó á Francia, ¡buen país!

toreando con satisfacción general en París, Nimes, Marsella, Arles, Avignón y Mont de Marsán, que siempre se han distinguido en festejar á los lidiadores célebres, y en proteger á los desconocidos. (José Bento de) Araujo puede contar su paso por Francia como una victoria legítima, y su trabajo de aquella ocasión, como uno de los que más pueden enorgullecer al que lo practica. Los periódicos se deshacían en elogios del gentil caballero, haciendo su apología y señalándole como uno de los más decididos y notables lidiadores portugueses.

            Entre los distintos artículos y poesías encomiásticos que se le tributaron entonces, guistó mucho la siguiente composición publicada por el periódico taurino de Nimes, titulado El Picador, en su número del 28 de Mayo de 1893.


Bibliothèque nationale de France

MADRIGAL AU CABALLERO EN PLAZA

 (JOSÉ) BENTO D'ARAUJO


Voyons! Caballero, sois toujours admirable

Et fais que pour longtemps tu sois incomparable!

Ton royal coursier et toi, si ravissant,

Vous savez mériter les applaudissements!

Ton jeu superbe et grand, d'une grâce infinie,

Du sang-froid, de l'adresse, entretient l'harmonie!

Tu es l'enfant gâté des spectateurs Nimois,

Redouble donc d'ardeur, car pour eux, tu le vois,

Il faut non seulement planter tes javelines

Mais leur montrer aussi ce que chacun devine;

Le goût parfait de l'art, qui fait seul leur régal,

Pour que tu puisses d'eux parler en Portugal!

L. S. ***.


LE PICADOR, Nimes - edição de 28 de Maio de 1893
Bibliothèque nationale de France

            Sintiendo la nostalgia de la patria después de dos años de ausência (NOTA : 1891 - 1894. Foram praticamente 3 anos), volvió á ella en 1893 para continuar, quizá con más ardimiento que antes, su larga y envidiable carrera de triunfos, como lo prueban las delirantes ovaciones que alcanzó en Lisboa toreando en la plaza del Campo Pequeño.

            La plaza española en que más se distinguió, fué en la de San Sebastián, donde mató un toro de un rejonazo como pudiera hacerlo Don Duarte, cuando rejoneaba en la Plaza Mayor de Madrid.


Revista SOL Y SOMBRA, Madrid
Biblioteca nacional de España

            (José) Bento d'Araujo es nombre de educación esmeradísima, temperamento activo, y carácter franco y generoso, de esos que se granjean amistades por donde van.

            En cuanto à su personalidad artística, nos atendremos al juicio emitido por el director del notable periódico portugués A Tourada, que tenemos á vista.

            Dice así:

            «José Bento d'Araujo, á quien todos admiran por la corrección y lucimiento de su trabajo, pertenece al número de aquellos á quienes debe más el arte tauromáquico, porque ha sabido engrandecerle de una manera notable por la forma que cultiva con tanto esplendor. Su manera de lidiar está incontestablemente basada en los conocimientos más reónditos del arte y no intenta una suerte que no tenga el resultado apetecido. Las suertes de gaiola las tiene practicadas con toda brillantez en las corridas en que ha trabajado en Campo Pequeño. Buen pulso y consintiendo siempre á los toros, su trabajo es, por regla general, el más correcto y lucido posible, siendo muy raro el ver un hierro colocado por el aplaudido caballero fuera del sitio en que deba estar. Dotado de un valor que pasa los límites de lo ordinario, para él no hay toros de difícil lidia.»


Biblioteca nacional de España

            Como nota final podemos añadir que el caballero (José) Bento d'Araujo toreó en España con general aplauso, y descontando la plaza de San Sebastián ya mensionada, en la de Santander, donde se distinguió rejoneando toros de D. Vicente Martínez, de Colmenar; en la de Barcelona, donde trabajó en seis corridas, y, por último, en Madrid, á la que vino contratado por dos corridas, agradando tanto que la empresa tuvo que ajustarle por otras tres.

(NOTA : José Bento de Araújo actuou nas seguintes praças espanholas : Madrid, San Sebastián, Barcelona, Santander, Caudete, etc.) 

Também participou durante vários anos em touradas realizadas no Brasil: Rio de Janeiro e Belém do Pará.)

Biblioteca nacional de España

In LA TAUROMAQUIA, Leopoldo Vázquez, Luis Gandullo e Leopoldo López de Saá - Direcção técnica de Rafael Guerra (GUERRITA) - Mariano Núñez Samper, Editor, Madrid, 1896.

23 DE OUTUBRO DE 1892 - PARIS : UMA CORRIDA DE FRANÇA PUBLICITADA EM ESPANHA

 


Biblioteca Digital de Castilla y León

In LA TAUROMAQUIA, Leopoldo Vázquez, Luis Gandullo e Leopoldo López de Saá - Direcção técnica de Rafael Guerra (GURRITA) - Mariano Núñez Samper, Editor, Madrid, 1896.

1 DE JANEIRO DE 1891 - PARIS : «LA FIESTA BRAVA» NA PLAZA DE TOROS DE LA RUE PERGOLÈSE...

 


Bibliothèque nationale de France

Plaza de Toros. — Décidément il se prépare une forte génération qui n'aura pas, Dieu merci, les mêmes étroitesses de mœurs ni les coruptions pour lesquelles nous sommes d'une lâche indulgence.

            Les courses de taureaux tiendront une large place dans cette réaction virile, et elles auront leus légions de partisans comme la chasse a ses passionnés.

            Aux arènes de la rue Pergolèse, les taureaux fournissent d'excellentes courses,

            Les picadores sont bons,

            Les banderilleros très heureux.

           (José) Bento de Araujo a toujours grand succès.

 


"Le caballero en plaza" José Bento de Araujo à Nimes

FOTO : © Bibliothèque nationale de France


             Les matadores font au mieux et l'enthousiasme se manifeste souvent sous la forme de bouquets nombreux et superbes. Les Parisiennes ont l'émotion reconnaissante et parfumée.


In REVUE DES HARAS, Paris - 1 de Janeiro de 1891

1896 - MADRID: RETRATO DO CAVALEIRO JOSÉ BENTO DE ARAÚJO NO GRAN DICCIONARIO TAURÓMACO

 


Biblioteca Digital de Castilla y León

        Bento d'Araujo, José. — Rejoneador portugués muy conocido en España y Francia por su destreza y elegancia á caballo. Es valiente y pundonoroso, por lo cual cuenta en Madrid con grandes simpatías, muy merecidas ciertamente.

        Bento d'Araujo, José. — Ampliando las noticias que, respecto de este valiente rejoneador portugués, dimos en la segunda columna de la página 138 y que no hemos podido obtener oportunamente, diremos : que este popularísimo en Portugal, torero excepcional, por su buen trabajo y excelente carácter, nació en Lisboa en 1852 (NOTA : Nasceu no dia 18 de Setembro de 1851 e faleceu a 2 de Setembro de 1924) y desde muy joven demostró gran afición á las corridas de toros, hasta que en 1871 tomó parte en una corrida, como mozo de forcado, siguiendo después por afición pegando toros, hasta que en 1874 hizo su presentación como caballero en plaza en la de Junqueira, siguiendo luego toreando en todas las de su país, en muchas de las de España y Francia con general aplauso. En 1896 ha marchado al Brasil con excelente contrata.

In GRAN DICCIONARIO TAURÓMACO, J. Sánchez de Neira - R. Velasco Impresor, Madrid, 1896

15 DE AGOSTO DE 1880 - MADRID : O BANDARILHEIRO/ESPADA NICOLÁS FUERTES (El Pollo) MORRE NUMA CORRIDA QUE CONTOU COM A ACTUAÇÃO DO CAVALEIRO JOSÉ BENTO DE ARAÚJO (QUE CO-PRESIDIU O CORTEJO FÚNEBRE)

 


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De hace ocho lustros y más

DÍAS Y MESES TAURINOS

En el tiempo que corremos, gracias sean dadas a los diestros más o menos que surgen cada día aportando a la Fiesta modismos y emociones que cautivan a la afición, ya no puede hablarse de «temporada taurina». La temporada comienza algunos años el día de Año Nuevo y termina otros el de San Silvestre en algún pueblo levantino.

            Sin embargo, tenemos de reconocer que los meses taurinos por excelencia son agosto y septiembre ; y de éstos, principalmente, las dos Vírgenes, 15 del primero y 8 del segundo, días que con el de Pascua de Resurrección forman el trio de los «que relumbran más que el sol» en el firmamento taurino. Pudiera asegurarse que el diestro, o simple aprendiz a serio, que «no tiene toros» en estos días, sobre todo en los dos primeramente citados, poco o nada tiene que hacer en el toreo, porque, como decía un buen aficionado amigo mío, son fechas correspondientes a innumerables ferias de capitales y pueblos y se dan festejos taurinos «hasta en las eras». (...)

NICOLÁS FUERTES Y LÓPEZ - «EL POLLO»

            Aunque hayamos de remontarnos al siglo pasado no podemos sustraernos al deseo de relatar dos hechos, entre los muchímos que merecen mención, sucedidos en el eminente día taurino : 15 de agosto.

            Ese día del año 1880 se efectuó en la Plaza de Madrid una luctuosa novillada, con ganado de Donato Palomino, corrida que, para mayor detalle, diremos presidió don Manuel Darriba. Salió un novillo, llamado «Valenciano», negro, albardao, bragao, bravo y de poder, bien puesto de cabeza y astifino. Al picador Pedro Ortega le propinó un tantarantán, que terminó en una conmoción cerebral. A seguido prendió el banderillero Vicente Carbonell, «Morenillo» por la región inguinal izquierda, contusionándole seriamente. Al salir de la primera vara prendió a Nicolás Fuertes «El Pollo», banderillero en aquella novillada, volteándole horriblemente y llevándole en los cuernos colgado.

            El parte facultativo dijo que Nicolás tenía una herida penetrante de pecho, situada en la parte anterior y lateral izquierda del mismo, con destrozo del centro cardíaco. La muerte fué casi instantánea.

            «El Pollo», que había nacido en Baños provincia de Teruel, el año 1853, abandonó, su oficio de esquilador para dedicarse al toreo, por el que mostraba mucha afición. Actuó primero en Zaragoza ; luego en otras provincias y más tarde en Madrid. Aun cuando en la corrida citada, en que encontró la muerte, actuaba como banderillero lo hacía también como espada cuando se le presentaba ocasión para ello.

            El cadáver del infortunado Manuel Fuertes (NOTA : Nicolás Fuertes y López), «El Pollo», fué enterrado el martes 23 de agosto del referido año 1880. La comitiva fúnebre estuvo presidida por Salvador Sánchez, «Frascuelo» ; Gabriel López, «Mateíto», a cuyas órdenes actuaba el día de la desgracia ; el caballero portugués (José) Bento d'Araujo y el empresario de las novilladas, por entonces, don Diego Arrué, quien satisfizo todos los gastos.

            Entre las 500 personas que asistieron al entierro figuraban afamados toreros de a pie y a caballo y lo más destacado de la afición, pues la simpatía del desgraciado torero le había granjeado gran número de amigos. (...)

DON HELIO


In EL RUEDO, Madrid - 11 de Agosto de 1955

NOTA : 

Enlace/Link


https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/catalogo_imagenes/imagen.do?path=10063660&posicion=1&registrardownload=1

24 DE MAIO DE 1891 - MADRID : OS CAVALEIROS PORTUGUESES MANUEL CASIMIRO E JOSÉ BENTO DE ARAÚJO FAZEM UM BRILHARETE

 


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PLAZA DE TOROS DE MADRID

CORRIDA EXTRAORDINARIA 

CON CABALLEROS EN PLAZA 

CELEBRADA EL 24 DE MAYO DE 1891,

ORGANIZADA POR LA SOCIEDAD

 «LA PRECURSORA»


Madrid, redondel famoso

que al maleta pone miedo

ha citado hoy en su coso

al ginete valeroso,

y al peón de más denuedo;

caballeros lusitanos

y toreros castellanos

lucirán su gallardía

y harán célebre este día

por el valor de sus manos.

Así espero que suceda

y al empezar la revista

brindo por los portugueses

que inauguran la lidia.

Los del Duque de Veragua

y Banjamín Arrabal

puyas, varas y rejones

á porfía sufrirán.

Y serán los caballeros

(José) Bento d'Araujo y Almeida, (NOTA :  Manoel Cazimiro de Almeida ou Manuel Casimiro de Almeida, 1854-1925)

y Luis, el Guerra y García,

con Lesaca harán faena.

El día es claro y sereno,

la plaza se halla de fiesta

y la hora de la lucha

la de siempre: cuatro y media.

 

        Preside D. Valeriano Párraga.


El primer rejoneado

se apellida Vinatero,

se ha criado en la bodega,

y es negro zaino de pelo.

            (José) Bento d'Araujo luce casaca negra y d'Almeida casaca morada y ambos visten á la usanza de Felipe IV. El primero planta un buen rejón y merece palmas.

            El segundo pone el suyo con igual fortuna y alcanza aplausos también.

            Repite (José Bento) d'Araujo con otro superior de frente y d'Almeida clava el segundo con exposición del caballo.

            (José) Bento d'Araujo termina con el tercer rejón y acaba la suerte de caballeros. Tomó cinco rejones.

            Después de lancearlo Guerra, pasa á manos de Lesaca, que le da varios pases altos y le engancha, volteándole al darle una estocada. (Es conducido á la enfermería el espada).

            Queda el bicho en plaza, y los peones le capean entre las proprotestas del público.

            Lesaca empleó en su faena cinco minutos y dió 13 pases.

            Al fin salen los cabestros, parte del público pedía que Luis tomara los trastos, pero la presidencia acordó lo que es de ley: que fuese al corral.

Castaño bragao

buscando rejón

asoman el segundo

hecho un Jaquetón.

            Salen los mismos caballeros á rejonear al de Arrabal, que luce colores verde y blanco como su antecesor.

            (José Bento) D'Araujo intenta clavar varias veces y en una quiebra un rejón. D'Almeida planta uno que se cae y (José Bento) D'Araujo pone otro.

            Los lusitanos son muy aplaudidos.

            Los rejoneadores piden poner banderillas á caballo y los dos colocan un par superior cada uno. (Ovación frenética).

            El toro es conducido al corral. Tomó dos rejones y dos pares.

Buscando las monas

se acerca Monito,

que trae bragas negras

por todo vestido.

Empieza la lidia moderna con el Veragua primero, de encarnado y blanco, y están de tanda Chato y Moreno.

            El primero le monea una vez y otra Moreno. Luis y Manuel á los quites.

            Pincha Chato dos veces más, y en la segunda cae el caballo hecho una pelota.

            Se estrena Tres Calés con otra vara de exposición y Moreno repite estando al quite Manuel.

            Segunda Tres Calés y acaba la suerte.

            Tomó siete varas, mató un caballo y dió cinco caídas.

            Regaterillo, de negro y Galea, de corinto y oro, planta el primeiro medio par entrando bien, y el segundo previa una salida en falso, uno entero bueno, repitiendo con otro superior cuadrando en la cabeza Regaterillo.

            Luis, de azul  y oro, le propina varios pases altos y cambiados y alguno ayudado y con la derecha, siendo desarmado.

            Le larga luego un pinchazo, y no sufre un fracaso gracias á haberse quedado el toro.

            Nuevos pases para una superior estocada entrando bien. (Palmas á Luis.)

            Tiempo 14 minutos, pases 30, pinchazos uno y estocada una.

Cauteloso como culebras

el bicho Culebro,

lleva la piel chorreada

y cárdeno de pelo.

            Y tiene libras. De salida le da Espartero cuatro navarras  superiores recibiendo palmas justas.

            Chato, Tres Calés y Moreno le pinchan á Culebro la piel, repitiendo el primero y tercero con otras dos. Queda un penco en prenda.

            Chato pone su vara tercera y repite con la cuarta y quinta. (Palmas á Chato).

            Tomó ocho varas, dió cuatro caídas y mató tres aleluyas.

            Julián, de azul y plata, clava un par regular, y Morenito, de verde y plata, otro bueno, repitiendo aquél con uno de igual forma.

            Espartero, de lila y oro, da uno de pecho, un cambiado y tres altos, siguiendo con otros cambiados para una estocada superior hasta la cruz, entrando muy bien. (Palmas justas á Manuel). El chico superior.

            Pases 10, estocadas una, tiempo cinco minutos.

Por forjar le pusieron Forjador,

veremos si al lidiar

le forjan los piqueros los ojales

ó forja él costalás.

            Este toro quinto, es cárdeno, bragao, salpicao, corniapretado, de pies y sale contrario.

            Cantares forja una pica en el bicho y pierde el yunque y lo mismo hace Pegote. Entre en la fragua Tres Calés dos veces y mide el suelo en una.

            Vuelve Cantares á poner otra puya y Pegote marra; para quitar la envidia marra Cantares.

            Al fin pican los dos y caen con exposición en la cara, salvándolos de un percance Espartero y Guerra á su vez. (Palmas.)

            Varas ocho, caídas seis, caballos finidos cuatro.

            Primito, de verde y oro, planta un buen par.

            Mojino, de encarnado y oro, coloca un par superior, repitiendo aquél con otro entero. Llevó tres pares.

            Guerra, de encarnado y oro, le da un natural, un alto y uno de pecho. Otros pases en redondo, uno derecha y cambiados preceden á una estocada tendida entrando bien.

            Repite Rafael con otros pases é intenta el descabello tres veces. (Palmas.)

            Empeló 29 pases, estocadas una y tres intentos.

            Tiempo 10 minutos. Rafael trabajador.

Fue el sexto Fosforero

no de Cascante

pero hará arder el pelo

al que esté delante.

            Es cárdeno bragao, salpicao y astifino.

            Cantares echa una cerilla y al repetir la luz pierde la caja. (Guerra al quite.)

            Pegote enciende su candileja también estando Luis á la salida. (Palmas.)

            Vuelven ambos piqueros á encender la cerilla al Fosforero y repite Pegote.

            Tomó siete varas, dió cuatro tumbos y mató un penco.

            Galea coloca un par regular y Regaterillo medio aceptable. Acabó Galea con otro entero.

            Luis pasa al bicho con seis altos, dos derecha y tres cambiados, para un pinchazo, que no resulta por írsele el toro.

            Vuelve con otros pases y larga una estocada tendida que acaba con la res. El puntillero le levanta y Luis le descabella.

            Tiempo, siete minutos, pases 22, estocada una, pinchazo uno y un descabello. Luis algo desconfiado.

Es el siete Clavellino,

negro bragao,

de pieses, y de cuerna

algo apretao.

            Tres Calés huele el clavel dos veces, y Fuentes una, perdiendo el jarrón. Repite Tres Calés cayendo en la lid.

            Tomó cuatro varas, dió dos caídas y rompió dos búcaros.

            Morenito clava un par y otro Julián, repitiendo aquel á la media vuelta.

            Espartero toma los trastos y pasa á Clavellino con uno natural, dos derecha, dos altos y dos cambiados y larga un pinchazo. Después de otros pases, le da una estocada algo atravesada. Intenta después el descabello, y suelta otro pinchazo y un mete y saca, recibiendo un aviso.

            Nuevo intento y nuevo pinchazo. El toro se echa al fin.

            Pases 37, estocar 1, pinchozos tres, intentos 2, avisos 1.

            Tiempo 15 minutos.

Fué el último Agujito

que si pincha lo será

y si sale despuntado

no podrá ni aun hilvanar.

            Es negro, bragao y bizco del drecho, así que tiene un solo ojo bueno como las agujas. Es también cornicorto y astifino y no honra la ganadería por las libras. Fuentes pone dos agujas, una de refilón y á la tercero engancha el alfilerazo.

            Tres Calés cose también y le rompen el ovillo.

            Pegote pone una vara y repite.

            Tomó siete varas, dió tres caídas, y mató un caballo.

            Repite Mojino y Primito: el primero clava meio par y el

            Parea uno entero bueno.

            segundo Mojino con otro en igual forma.

            Guerra termina la corrida con un natural, un cambiado, un alto y tres derecha.

            Y después de otros pases altos saliendo perseguido, da pases con la derecha y una estocada que escupe la res.

            Otros pase, y varios trasteos preceden á otra estocada atravesada intentando luego el descabello y al fin lo consuma.

            Pases 26, estocadas 2, tiempo 11 minutos, 1 pinchazo, 2 intentos y 1 descabello.

RESUMEN

            La corrida buena. La entrada un lleno. La presidencia acertada. El ganado de Arrabal quedado en la suerte. El de Veragua bueno, sobresaliendo primero y tercero.

            De los espadas Espartero superior en su primero. Luis valiente y Guerra trabajador. En los quites muy buenos.

            Lesaca en su breve faena muy arrojado.

            Los caballeros superiores.

            De los banderilleros Mejino, Malaver Regaterillo y Morenito; bregando Tomás Mazantini.

            De los piqueros Chato, Pegote y Cantares.

SUAVIDADES.

In EL TOREO COMICO, Madrid - 25 de Maio de 1891