1896 - TOREO ESPAÑOL Y TOREO PORTUGUÉS - «EL CABALLERO REJONEADOR FERNANDO RICARDO PEREIRA» (LIBRO)

 


FERNANDO RICARDO PEREIRA

            Una noche se acostó siendo aficionado nada más, y al amanecer del día siguiente, y del mismo modo que el viejo de Espronceda se sintió joven, Pereira se sintió torero.

            Hombre de acción y adinerado, no tuvo que esperar conveniencias de empresas para presentarse ante el público, y tomando la plaza de Cruz Quebrada, debutó de una manera tan brillante, que nadie vaciló en creer que el arriesgado mozo tenía en su alma todos los gérmenes del buen lidiador.

            En cuantas plazas toreó, alcanzó entusiastas ovaciones y recibió innumerables regalos, distinguiéndose sobremanera en una corrida organizada en Almada á beneficio de la Asociación de socorros mútuos, en que rejoneó alternando con Manuel Casimiro y Adelino Rapozo.

            No es aún Pereira un artista consumado, pero si en el poco tiempo que lleva rejoneando ha conseguido una envidiable reputación, ¿á dónde no puede llegar quien como él tiene una fuerza de voluntad sorprendente, un valor sin límites, y unas dotes de observación tan grandes?

            Como todos los que Dios destina para llehar á ser grandes en algo, vacila, titubea, tiene la alegría de éste, mezclada con la serenidad de aquél, la gallardía de (José Bento de) Araujo, la nerviosidad deTinoco, imita á perfección, pero aún no ha logrado ese sello original que distingue tanto: el estilo propio. Cuando lo consiga y fije su toreo de un modo definitivo, Pereira está llamado á ser uno de aquellos á quienes deba más la tauromaquia portuguesa.

            Quedan trazadas á grandes rasgos las biografías de los más principales rejoneadores de la nación vecina, conocidos todos ó casi todos de los públicos españoles, para los que jamás han sido extranjeros, sino hermanos.


Fernando Ricardo Pereira
Revista A TOURADA - Hemeroteca CML

            Ni las conveniencias políticas, ni las divisiones que los hombres ó las pasiones han establecido, pueden borrar la identidad de raza. Ellos, habitanto la hermosísima región resguardada por Galicia, Castilla, Extrtemadura y el suelo andaluz y bañada por el Atlántico, donde el Miño muere y adonde el Guadalquivir lleva sus ondas azules, no pueden olvidar que un día se llamaron españoles, y que si con tal nombre no se pudieron quedar, se quedaron, sin embargo, con el temperamento fogoso y la imaginación ardiente de Pizarro y Ercilla, reflejados en Vasco de Gama y Camoens.

In LA TAUROMAQUIA, Leopoldo Vázquez, Luis Gandullo e Leopoldo López de Saá - Direcção técnica de Rafael Guerra (GUERRITA) - Mariano Núñez Samper, Editor, Madrid, 1896.