29 DE ABRIL DE 1902 - LISBOA: UMA CORRIDA MÁ NA PRAÇA DO CAMPO PEQUENO... (na imprensa espanhola)


Biblioteca nacional de España

LISBOA

Corrida efectuada en Campo Pequeño el 29 de Abril.


No pudiendo mi amigo Carlos Abreu, inteligente y activo corresponsal de este semanario, asistir á la quinta corrida de la temporada, que, por motivo del mal tiempo, se aplazó el domingo 27 para hoy, me pide que informe á los lectores de SOL Y SOMBRA de lo que fué dicha corrida.

Por eso me ven mis lectores con este duro encargo, y les pido benevolencia, pues ciertamente advertirán mucha diferencia en el cambio de plumas.

No pensando hacer este trabajo, no tomé apuntes, por lo que no podré analizar detalladamente los trabajos; sin embargo, describiré lo que me sea posible, y confiando en la fidelidad de mi memoria.

La corrida, que resultó animada, y que en ciertas ocasiones produjo bastante entusiasmo, fué un "triunfo" más para ciertos "patriotas"; pues sin el concurso de los artistas españoles, fuera sin duda un completo fracaso.

LOS TOROS. - Se lidiaron 10 de Estevan d'Oliveira; todos los aficionados tenían en ellos grandes esperanzas, por tratarse de uno de los pocos ganaderos que últimamente han presentado mejores toros, pero vieron tales esperanzas defraudadas casi por completo, pues á no ser el décimo, que fué un buen toro, noble y bravo, acudiendo á todos los cites en todos los tercios sin necesitar la ayuda de los capotes, los restantes resultaron mansos, huídos, en fin, sin condiciones de lidia; por lo demás, estaban muy bien presentados de carnes, de bonitas láminas y bien armados, lo que ya es algo.

LOS CABALLEROS. - Fueron los simpáticos José Bento d'Araujo y Simoes Serra, que oyeron aplausos. José Bento (de Araújo), en el primero, prendió cuatro "farpas" con valentía; fué llamado y aplaudido; en el sexto, no prendió más que una. Serra, en el cuarto, procuró con acierto prender tres, oyendo palmas. En el noveno nada hizo, por desembolarse el toro poco después de salir del chiquero.

LOS ESPADAS. - Eran los cordobeses Lagartijo chico y Machaquito. Estuvieron muy trabajadores durante toda la tarde, lo que animó mucho la corrida y por lo que escucharon continuas y merecidas ovaciones, cabiéndoles los honores de la corrida. El trabajo de ambos espadas agradó sin reservas, y en valor artístico estuvieron al nivel uno del otro; pues si Lagartijo chico con su toreo serio y parado se hizo plaudir, sin recurrir á monadas, Machaquito con su toreo alegre, valiente y bullidor, también escuchó ovaciones, y tanto preparando los toros para los caballeros y banderilleando, como con la muleta, con la que ejecutaron faenas superiores, que levantaron á todo el público para aplaudirles, habiendo momentos en que el entusiasmo llegó al delirio, lloviendo en el ruedo un sin número de tabacos, sombreros, bastones, una capa de un estudiante, y hasta al terminar Machaquito la faena de muleta en el quinto, que empezó por un pase sentado en el estribo, seguido de uno rodilla en tierra y otros de pecho y naturales, buenísimos todos, de cerca y parando, un aficionado bajó al ruedo para abrazarle.

Además torearon el décimo al alimón, trabajo que resultó muy lucido. Fué, en fin, una buena tarde para los niños cordobeses.

LOS BANDERILLEROS. - De los nuestros trabajaron Jorge Cadete, José Martins, Torres Branco y Tomás da Rocha; todos hicieron por quedar bien, pero poco de bueno les ví.

Los españoles bregaron bien y merecen ser mencionados una buena suerte de gayola de Recalcao en el tercero, y el trabajo de Chatín y Chiquilín en el décimo, al que banderillearon, haciendo éste la suerte de gayola.

LOS FORCADOS. - Hicieron una pega de vuelta sin lucimiento, y otra de cara, en la que el forcado pegó valientemente, pero fué sacudido dos veces de las astas del toro, porque sus compañeros no le ayudaron.

La dirección, regular, pero poco enérgica. la entra, media plaza, lo que es como quien dice para perder. En el palco real asistieron á la corrida SS. MM. y S.A. el Infante D. Alfonso.

FERNANDO VIEGAS