27 DE MARÇO DE 1910 - LISBOA: O CAVALEIRO JOSÉ BENTO DE ARAÚJO NA PRIMEIRA TOURADA DA ÉPOCA



Arquivo Municipal de Lisboa

A PRIMEIRA TOURADA DE 1910

As touradas são espectaculos que nunca deixarão de interessar os portuguezes. Ficaram da tradição fidalga dos grandes cavalleiros que com os seus denodos e arrojos, com as suas galhardas esturdias, agradavam ao povo que os via nos redondeis e nas ruas levando os olhos das raparigas e as bençãos dos valentes. Batiam-se com maestria, cavalgavam com donaire; á luz do sol faziam prodigios diante d'um toiro; no mysterio das noites confraternisavam com os peões rijos que andavam na bréga, ligados no mesmo perigo, com os herdeiros dos nomes sonoros e heraldicos. Por isso, porque é uma arte de valor e de elegancias, de difficuldades e de valentias os portuguezes a amam e enchem as praças de touros com o seu enthusiasmo meridional. A primeira tourada d'esta época, em domingo 27 de março, realisada debaixo de agua, que se aguentou sob as as chuvadas, é a prova da affeição que existe por esse genero de espectaculos. Na corrida tomaram parte além dos cavalleiros José Bento d'Araujo e Manuel Casimiro, o espada Pazos e os bandarilheiros Theodoro, Cadete, Vieira, Ribeiro Thomé e Manuel dos Santos.

Uma sorte á meia volta pelo cavalleiro José Bento d'Araujo 

O trabalho de cavalleiros e bandarilheiros agradou bastante, bem como o do espada Pazos, que soube conquistar as sympathias do publico. Sem aquellas bategas d'agua, que ainda assim não afugentaram os espectadores, teria sido um magnifico espectaculo a corrida com que se inaugurou a presente época no Campo Pequeno, porque os touros do sr. Emilio Infante eram bravos.

As cortezias.

In ILLUSTRAÇÃO PORTUGUEZA, Lisboa - 4 de Abril de 1910

1900 - LISBOA: JOSÉ BENTO DE ARAÚJO - O CAVALEIRO E O HOMEM DE NEGÓCIOS - A NOVA EMPREZA DE CARRUAGENS ALLIANÇA



Album-postal Tauromachico N.º 106


José Bento de Araujo
Cavalleiro - Profissional

Nova Empreza de Carruagens Alliança

DE JOSÉ BENTO DE ARAUJO

É a melhor empreza do genero e a que serve com mais agrado
todo o publico de Lisboa

Rua Sociedade Pharmaceutica (Bairro Camões) - Telephone 782
Largo da Escola do Exercito, 54 - Telephone 2196


1896 - MADRID: JOSÉ BENTO DE ARAÚJO NO GRAN DICCIONARIO TAURÓMACO


Biblioteca Digital de Castilla y León

Bento d'Araujo, José. - Rejoneador portugués muy conocido en España y Francia por su destreza y elegancia á caballo. Es valiente y pundonoroso, por lo cual cuenta en Madrid con grandes simpatías, muy merecidas ciertamente.

In GRAN DICCIONARIO TAURÓMACO, J. SÁNCHEZ DE NEIRA, R. VELASCO IMPRESOR, Madrid - 1896.

1896 - MADRID - (TOREO PORTUGUÉS - TOREO ESPAÑOL): O CAVALEIRO JOSÉ BENTO DE ARAÚJO (NO LIVRO «LA TAUROMAQUIA»)


TOREO PORTUGUÉS

Va tan íntimamente unida la historia del toreo portugués á la del español, que apenas si se diferencian en algunos detalles.

Verdadero punto de hermandad entre ambas naciones han sido las corridas de toros, hasta el extremo de aceptar como suyos nuestros lidiadores, aplaudiendo sin reserva su temeridad y su arrojo, ajenos siempre á patrioterías de mal gusto, y á sensiblerías cursis, y dispuestos al férvido entusiasmo que en el alma más tranquila provoca de continuo el espectáculo de nuestra fiesta favorita.

Saben demasiado que á las corridas de toros no se las puede exigir más de lo que dan ni ver en ellas esas trascendencias filosóficas que se empeñan en achacarles los que presencian indiferentes el juego del boxeo que mata ó por los menos desnariga á un hombre; el juego del polo que desriñona é inutiliza á los más ágiles y hermosos caballos, y las carreras que el jockey se descrisma; los que pidiendo sin cesar carne cruda para satisfacer su apetito tienen el egoismo de no presenciar ni sufrir viendo cómo se vierte la sangre de la víctima que pedazo á pedazo han de devorar en el sabroso roosbeef. (...)

Los toros son una diversión que se extiende y subre como la marea, sin que peudan contener su movimiento ascendente diques ni propósitos. Palmo á palmo ganará terreno, y de la misma manera que Hernán Cortés y Vasco de Gama conquistaban lentamente Méjico y las Indias, así la afición á las corridas, adelantando, conquistará este departamento hoy, el otro mañana; triunfará en París, por llevarla el pueblo; invadirá como la oleada de la inundación la parda línea de los Vosgos por la derecha, subiendo de España, mientras hacia el Noroeste, precipitándose en la Vendée y en Bretaña, se detendrá un momento en el canal de la macha, esa masa líquida en cuya superficie circulan ya las corrientes glaciales del polo, pero pasará al fin y se apoderará de Londres, mientras rueda con fantástica rapidez sobre el suelo de Prusia.

Entonces la afición, lanzando un grito estentóreo de entusiasmo, proclamará la fiesta española, fiesta universal. Será realizable este sueño? Mientras vaya ganando terreno, por lo menos se puede tener esperanza.

Chi lo sa?

Pero no divaguemos, y sea con nosotros el método.

Biblioteca Digital de Castilla y León

Hablábamos de Portugal, de la hermosa patria de Camoens, y decíamos que su toreo no se diferenciaba del nuestro sino en ligeros detalles.

Digamos los que son.

En primer termino, la parte principal del toreo portugués es la caballeresca.

El rejoneo.

Pero rejoneo con rejón de los de forma de hoje de peral, al antiguo uso de España; rejón de muerte y no de adorno, clavados por peritísimos caballeros que, en vez de la airosa ropilla, visten para estos lances la casaca de terciopelo, y en vez del fieltro con airón, el sombrero de tres candiles, festoneando con plumas.

El rejoneo á la portuguesa no consiste en citar al toro y esperarle, rejoneando por la derecha mientras el peón le empapa por la izquierda con el capote, sino en buscar á la res, esquivarla, corretear en derredor suyo, poniendo á prueba el que lo ejecuta sus condiciones de habilísimo jinete; cambiar de pronto la dirección que se lleva, y, por último, y estando la fiera en condiciones, cruzar por delante de ella á toda velocidad, clavar y quebrar el rejón, quedándose con el puño como trofeo.


Hagamos mención de los caballeros del vecino reino que más se han distinguido en esta suerte.

He aquí los principales:

José Bento d'Araujo

Este distinguidísimo rejoneador, cuyo excelente trabajo han tenido ocasión de admirar los aficionados madrileños más de una vez, nació en Junquería (NOTA: Ajuda, um bairro de Lisboa) el año de 1852,  (NOTA: 18 de Setembro de 1851) y cuenta, por consecuencia, en la actualidad, cuarenta y cuatro años.

Dotado de una afición sin límites y un valor rayano en la temeridad, se presentó por primera vez ante el público de su país en 1874, alcanzando unánimes aplausos, y captándose, desde luego, la admiración y las simpatías del público, pudiendo decirse que desde aquella tarde data la celebridad de este caballero.

Después tomó parte en varias corridas verificadas en Sacavam, Campo de Sant'Anna, Porto y otras plazas de provincias, alternando con el célebre (Casimiro) Monteiro y Manuel Mourisca.

Sembrada de flores en Portugal su senda de artista, quiso ver otra nueva tapizada para él en el extranjero, é imitando á nuestro D. Luis Mejía:

Saltó á Francia, buen país!  (NOTA: Primavera de 1891)

Toreando con satisfacción general en París, Nimes, Marsella, Arles, Avignón y Monte de Marsán,  (NOTA: Béziers, etc.) que siempre se han distinguido en festejar á los lidiadores célebres, y en proteger á los desconocidos. (José Bento de) Araujo puede contar su paso por Francia como una victoria legítima, y su trabajo de aquella ocasión, como uno de los que más pueden enorgullecer al que lo practica. Los periódicos se deshacían en elogios del gentil caballero, haciendo su apología y señalándole como uno de los más decididos y notables lidiadores portugueses.

Entre los distintos artículos y poesías encomiásticos que se le tributaron entonces, gustó mucho la siguiente composición publicada por el periódico taurino de Nimes, titulado El Picador, en su número del 28 de mayo de 1893.

MADRIGAL AU CABALLERO EN PLAZA, BENTO D'ARAUJO


Voyons! Caballero sois toujours admirable
Et fais que pour longtemps tu sois incomparable,
Ton royal coursier et toi, si ravissants,
Vous savez mériter les applaudissements!
Ton jeu superbe et grand, d'une grâce infinie
Du sang-froid, de l'adresse, entretien l'harmonie!
Tu es l'enfant gâté des spectateurs Nimois,
Redouble donc d'ardeur, car pour eux, tu le vois
Il faut non seulement planter tes javelines
Mais leur montrer aussi ce que chacun devine;
Le goût parfait de l'art, qui fait seul leur régal
Pour que tu puisses d'eux parler en Portugal.
L.S.

Sintiendo la nostalgia de la patria después de dos años de ausencia, volvió á ella en 1893 para continuar, quizá con más ardimiento que antes, su larga y envidiable carrera de triunfos, como lo prueban las delirantes ovaciones que alcanzó en Lisboa toreando en la plaza del Campo Pequeño.

La plaza española en que más se distinguió, fué en la de San Sebastián, donde mató un toro de un rejonazo como pudiera hacerlo Don Duarte, cuando rejoneaba en la Plaza Mayor de Madrid.

(José) Bento d'Araujo es hombre de educación esmeradísima, temperamento activo, y carácter franco y generoso, de esos que se granjean amistades por donde van.

En cuanto á su personalidad artística, nos atendremos al juicio emitido por el director del notable periódico portugués A Tourada, que tenemos á la vista,

Dice así:

"José Bento d'Araujo, á quien todos admiran por la corrección y lucimiento de su trabajo, pertenece al número de aquellos á quienes debe más el arte tauromáquico, porque ha sabido engranderle de una manera notable por la forma que cultiva con tanto esplendor. Su manera de lidiar está incontestablemente basada en los conocimientos más recónditos del arte y no intenta una suerte que no tenga el resultado apetecido. Las suertes de gaiola (1) las tiene practicadas con toda brillantez en las corridas en que ha trabajado en Campo Pequeño. Buen pulso y consintiendo siempre á los toros, su trabajo es, por regla general, el más correcto y lucido posible, siendo muy raro el ver un hierro colocado por el aplaudido caballero fuera del sitio en que deba estar. Dotado de un valor que pasa de los límites de lo ordinario, para él no hay toros de difícil lidia."

Como nota final podemos añadir que el caballero (José) Bento d'Araujo toreó en España con general aplauso, y descontando la plaza de San Sebastián ya mencionada, en la de Santander, donde se distinguió rejoneando toros de D. Vicente Martínez, de Colmenar; en la de Barcelona, donde trabajó en seis corridas, y, por último, en Madrid, á la que vino contratado por dos corridas, agradando tanto que la empresa tuvo que ajustarle por otras tres. (NOTA: Caudete, Santander, ...)

In LA TAUROMAQUIA ESCRITA POR D. LEOPOLDO VÁZQUEZ, D. LUIS GANDULLO Y D. LEOPOLDO LÓPEZ DE SAÁ BAJO LA DIRECCIÓN TÉCNICA DEL CÉLEBRE DIESTRO CORDOBÉS RAFAEL GUERRA, GUERRITA, Mariano Núñez Samper, Editor, Madrid - 1896

1 DE AGOSTO DE 1909 - LISBOA: A HISTÓRIA DA PRAÇA DE TOUROS DO CAMPO DE SANT'ANNA



Arquivo Municipal de Lisboa

CAMPO DE SANT'ANNA

Recordações de então


Poucos são os aficionados de hoje que se recordam da primeira geração de artistas que pisaram a arena da praça do Campo de Sant'Anna. Por esse motivo, parece-nos interessante lembral-os em poucas linhas, antes de nos occuparmos da gente que formou a segunda geração, mais nossa conhecida.


João Ferreira Grillo e Antonio Maximo de Amorim Vellozo, foram os dois cavalleiros que inauguraram esta praça, tendo um e outro já feita a sua reputação, sellada em successivas tardes de gloria na praça do Salitre.

Do primeiro só se sabe que era um artista de raro valor; do segundo affirma-se que era o cavalleiro da moda no seu tempo, em que, como bandarilheiros, se distinguiam os irmãos Alegria, Perico e Francisco, este ultimo conhecido por C. de Chumbo.

João dos Santos Sedvem já por nós foi apresentado como um bom cavalleiro. Tendo exilado com D. Miguel para Italia, alli casou com uma genoveza, regressando mais tarde a Portugal, e vindo a trabalhar no Campo de Sant'Anna com Mesquita e Bittencourt. Equitador eximio, era tenente picador da guarda municipal, motivo porque nenhum collega o avantajava na arte da picaria.

Manoel José de Figueiredo foi tambem um dos cavalleiros que alternaram no Campo de Sant'Anna, mas nunca passou de artista mediocre.

Da gente de pé, portugueza, foram Joaquim Ferreira Grillo, Antonio Bacharel, Joaquim Emygdio Roquete, Antonio Roberto e José Maria Mendonça os que inauguraram a praça do Campo de Sant'Anna. Dos tres primeiros, a historia do toureio só nos transmittiu os seus nomes; de Antonio Roberto, que foi um artista muito valente, já tivemos occasião de falar.

José Maria Mendonça partiu para Hespanha pouco depois de sahir da Casa Pia, onde foi educado. Foi alli que se dedicou á arte de tourear.

Era de pequena estatura mas valente com os touros, e artista bastante apreciado do publico. Muito dado ao que nós hoje chamamos alegrias tauromachicas, executava o salto de Martincho com grilhões de folha collocados nos tornozellos, e passava os touros com um chapéu de sol, sorte em que era eximio.

Antão da Fonseca, irmão de Antonio Roberto, poucas vezes toureou no Campo de Sant'Anna. Tinha outro irmão, de nome Luiz Antão, mas este ainda menos vezes do que elle veiu á velha praça de Lisboa.


Quer um quer outro alargaram mais a sua esphera de acção pelas praças sertanejas, onde o publico de ordinario é menos exigente.

João Pedro da Herra foi um peão distincto e muito estimado, mas só se evidenciou como bandarilheiro; raramente utilisava as mãos para saltar a trincheira. Em compensação, Joaquim Russo, se se destacou menos com as bandarilhas, sobresahia quasi sempre no manejo do capote.

Manoel Calabaça (pae de João da Cruz Calabaça) foi um bandarilheiro de valor.

Um irmão d'aquelle, de nome Sebastião Garcia Calabaça, foi espada da praça do Salitre, e o melhor toureiro que Lisboa teve na sua época. D. Miguel era muito seu amigo, dando-lhe até uma mezada.

Quando este principe partiu para o exilio, Sebastião Calabça acompanhou-o até Santarem; e alli, organisando D. Miguel uma brincadeira n'um pateo, sahiu o intelligente toureiro com duas canas para um touro, mas quando ia a fugir por uma janella, um campino fechou-lhe as portas, dando em resultado o animal feril-o gravemente, feridas que lhe vieram a dar a morte no hospital de Santarem.

Francisco Lasca, de Aldegallega, e um tal Maia, de Coruche, onde era oleiro, não chegaram a alcançar celebridade, apesar de terem toureado muito como bandarilheiros. O primeiro, muitos annos depois de retirado do toureio, ainda veiu ao Campo de Sant'Anna, a um beneficio de José Cadete, que tambem já não trabalhava, bandarilhar conjunctamente com este um bezerro, visto que a avançada edade já não permitia a um nem ao outro entenderem-se nem mesmo com um garraio.

Uma nota curiosa: José Cadete, que foi um dos toureiros que mais abusaram com os touros, terminou a sua brilhante carreira artistica lidando um bezerro! Elle, que bastas vezes saltava a trincheira sem lhe tocar com as mãos, atirando-se até em muitas occasiões, de um salto, para as primeiras filas das bancadas do publico, tambem teve, como o seu companheiro d'essa tarde, que utilisar os esconderijos armados em volta da arena para melhor se defender do quasi inoffensivo animal!

No que se transforma a existencia!...

José Antonio de Lima, cujos primeiros principios foram de cocheiro, veiu a trocar esta profissão pela de bandarilheiro. Tinha um publico seu, e chegou a fazer boa figura lidando rezes bravas. Ao fim de alguns annos, porém, escassenado-lhe as faculdades, começou a tourear a cavallo, sendo contractado para ir ao Havre, onde levou Sancho em sua companhia.

Terminamos este artido com os perfis de dois artistas - Manoel Botas e Diamantino Pontes - que mais ou menos enfileiraram na época que vimos acompanhando, e que são actualmente os unicos representantes d'essa geração de toureiros que ainda é bem recordada por nosso paes, e que assignala uma época na qual o espectaculo contava os mais encarniçados enthusiastas, desde a nobreza até ao povo.


Manoel Antonio Botas é contemporaneo dos grandes vultos da tauromachia, desde Sedvem ao Moursica, desde Antonio Roberto ao Caixinhas. Com todos trabalhou.

Ha uns sessenta annos, ahi por 1848 ou 1849, houve na Alhandra uma corrida de touros para os curiosos da terra. Entre os bichos appareceram dois tão grandes, que o emprezario - o lavrador Domingos de Carvalho - receiou algum desastre, e pediu aos bandarilheiros Manoel Vargas e Manoel Calabaça para os lidar. Accederam estes, mas levaram em sua companhia a um rapazote, vendedor ambulante de coisas diversas, para que toureasse tambem. Esse rapazote era Manoel Botas, o velho de hoje.

Tão boa figura fez n'essa tarde, e desejoso de seguir a carreira de capinha, que logo no domingo seguinte veiu ao Campo de Sant'Anna, para o touro da embolação, e alli mesmo, pegando em quantas bandarilhas poude agarrar, deitou-se a amolar-lhe os ferros cpm um tijollo. Tão boa sorte teve que as empregou todas e com habilidade.

Dois domingos depois, José Cadete - que vindo de Evora, ficara preso em Aldegallega - faltou á corrida no Campo de Sant'Anna, e o emprezario Alegria, vendo alli ao novel curioso, agarrou-o, e saltando com elle para cima do curro, foi mostrar-lhe os touros de Rafael da Cunha, que deviam ser lidados n'essa tarde, dizendo-lhe:

- Te vás a toreá... Y anda que si los toreá, toreas hasta lo toro é Maria Santisima!...

Tão bem se sahiu Botas do encargo, que no final da corrida, quando foi receber a importancia do seu trabalho ao escriptorio da empreza, o velho Alegria teceu-lhe grandes elogios, assim como um outro entendido aficionado, o João Barbeiro.

Foi uma tarde de gloria!... Recebeu 2#400 réis!!...

O primeiro passo estava dado e logo lhe appareceram diversos contractos, entre elles um de João Sedvem, para ir a Almada tourear em companhia de quatro rapazes da mesma edade. Foi e continuou agradando muito.

O emprezario que via n'elle já um engodo ao publico, convidou-o para a corrida seguinte, mas Manoel Botas, conscio do seu valor, respondeu que não iria menos de trez quartinhos! O resultado foi apanhar um tremendo pontapé do emprezario - pelo atrevimento! - e ter que deitar a fugir!... para não levar mais.

Hoje, qualquer rapazote que use calça larga e sombrero ancho, se o chamam para tourear pede logo... a sorte grande Hespanha, e mais alguma coisa...

Mas... voltemos ao Botas.

Poucos dias depois o Sedvem mandou-o chamar e lá combinaram a historia dos trez quartinhos, porém... isso seria um segredo que morreria com os dois!

Tambem, como muitos dos seus collegas, toureou em Hespanha. Foi a Badajoz, e em Caceres, uma tarde em que se desembolára um touro de cavallo, o publico pediu aos capinhas que o lidassem, sendo extraordinaria a ovação que todos ouviram - Manoel Botas, João Calabaça e Manoel Cadete.

Com João Calabaça, visitou a ilha Terceira, e alli, na praça de S. João Baptista, em Angra, toureou com muito agrado, fazendo tão boa figura que ainda hoje o seu nome é lembrado, contando bastantes amigos entre os antigos aficionados.

Poucas colhidas teve. A mais grave foi em Villa Franca, onde um touro o feriu de maneira a romper-lhe o escroto. Operou-se a si proprio, porque n'esse tempo não havia enfermarias nem medicos nas praças!

Eis a historia de Botas, como toureiro, o sympathico velho a quem todos os aficionados respeitam - pela edade e pelos conhecimentos que possue da arte.

Diamantino Pontes é actualmente o decano dos cavalleiros portuguezes, tendo alternado com todas as summidades do seu tempo. Nasceu em Lisboa a 16 de maio de 1833, no predio n.º 12 do largo de S. Paulo.

Os seus primeiros passos na tauromachia foram dados na praça de Almada, n'uma corrida de beneficiencia promovida pelo conde de Vimioso a favor de alguem que protegia. Tinha então quinze annos. N'essa tarde trabalhou como bandarilheiro ao lado de Pereira Nunes, Callado, Cazuza, e outros amadores consumados.

Foi ahi por 1862, tambem instado pelo conde de Vimioso, que decidiu dedicar-se ao toureio a cavallo. Diamantino, bom conhecedor dos segredos da equitação, sobresahiu sempre pela valentia, mostrando-se e expondo-se aos touros como faziam os toureiros de outras éras.

Um exemplo. Para certa corrida de beneficio no Campo de Sant'Anna, tratava o promotor de reunir attractivos, mas attractivos a valer. Já contava com algumas novidades de Batalha, Mourisca, e outros. Faltava consultar Diamantino, que tambem estava falado para entrar na festa. Foi encontrado no Montanha.


- Olhem - disse Diamantino, rindo-se, depois de saber ao que iam - um attractivo, só se fôr tourear um touro, montado n'um cavallo em pêllo, levando para governo uma simples corda!...

O dito sahiu da bocca de Diamantino simplesmente por graça, mas o promotor da corrida não se importou com isso, e no dia seguinte já vinha a noticia nos jornaes, acompanhada dos nomes de quem tinha ouvido a conversa.

Diamantino nem por isso deixou de cumprir a palavra, contribuindo assim para uma enchente completa; e o publico cobriu-o de applausos, pois foi felicissimo, como nunca suppôz, ao ter que tomar o dito a sério.

CARLOS ABREU

In SERÕES - REVISTA MENSAL ILUSTRADA, Lisboa - 1 de Agosto de 1909

30 DE JUNHO DE 1892 - PARIS: MAIS UMA TOURADA COM OS CAVALEIROS MARIA GENTIS E JOSÉ BENTO DE ARAÚJO


Bibliothèque nationale de France

COURRIER DES THÉATRES

Aujourd'hui à trois heures, 2ème grande course de taureaux aux arènes de la rue Pergolèse.

Au programme:

Mlle Maria Gentis; José Bento de Araujo, caballeros en plaza; Angel Pastor et sa cuadrilla; Le Pouly et son quadrille; les picadores.



In LE PETIT PARISIEN, Paris - 30 de Junho de 1892

8 DE AGOSTO DE 1896 - BRASIL: AS TOURADAS NO RIO DE JANEIRO


Touradas no Rio de Janeiro

Na virada do século XIX para o XX, esses eventos atraíam centenas de espectadores

As touradas tiveram origem nos países da Península Ibérica. Mas se espalharam pelos territórios colonizados, onde passaram a ser praticadas nas mais diversas modalidades. No Brasil, o espetáculo se difundiu especialmente no fim do século XIX, quando existiam várias “praças de touros”.

Praça de Touros do Rio de Janeiro (ao fundo da rua Ipiranga, no bairro das Laranjeiras).

A chegada de José Bento de Araújo e Alfredo Tinoco, famosos cavaleiros tauromáquicos, atraiu grande público para as touradas e deu novo impulso a essa festa que começava a cair no gosto da população brasileira, principalmente da carioca.

Foi na capital da República que as touradas fizeram mais sucesso. Na Divisão de Periódicos da Biblioteca Nacional, há diversas publicações que atestam o status que a atividade ganhou com a vinda dos toureiros portugueses. O sucesso fez com que elas passassem a ser notícia em vários jornais da época, culminando, em 1896, com o lançamento do periódico Sol e Sombra, que refletiu o entusiasmo dos cariocas. Apresentando-se como um “órgão da arte tauromáquica” e uma “folha para ricos e pobres – se ricos e pobres quiserem dar por ela 200 réis”, o jornal mencionava o crescente interesse dos cariocas pelo “vibrante divertimento hispano-lusitano” e celebrava o êxito da empreitada:

... se só agora o Rio de Janeiro consente em assistir a touradas e se já vai a elas com a mesma alegria e a mesma impaciência do público português e espanhol nas tardes destas funções inteiramente suas, – é porque o Rio de Janeiro só agora pode assistir a verdadeiros torneios e perceber a graça bizarra e todo o encanto deste divertimento popular, porque só ele tem o condão estranho de confundir, no mesmo momento, o entusiasmo do homem rude do povo com o do mais correto homem do mundo.

O semanal crítico-literário A Bruxa também tratou do assunto em suas páginas. Com texto de Olavo Bilac e ilustrações de Julião Machado, a publicação fez eco ao entusiasmo do público ao divulgar a “importante corrida de touros” ocorrida no sábado, dia 8 de agosto de 1896. A partir de então, A Bruxa passaria a publicar os croquis das touradas. O periódico Dom Quixote, de Ângelo Agostini, também noticiou os eventos, com direito a ilustração do próprio pintor.

Assunto de muita discussão, as touradas fazem sucesso até hoje nos países ibéricos. Aqui no Brasil, a prática perdeu força ao longo dos anos, mas se manteve viva em países como Peru, México, Guatemala e Equador. Uma das formas mais tradicionais dessa prática consiste em atrair o touro com o agitar de uma flanela vermelha (muleta) para golpeá-lo com uma bandarilha – haste de madeira com um arpão na ponta – quando ele se aproxima. O touro é atraído e golpeado sucessivamente até o golpe final, que o leva à morte. Os aspectos violentos e sádicos do ritual angariaram opositores de várias organizações protetoras de animais e estimularam o surgimento de organizações internacionais contra a prática de touradas, que fazem campanhas anuais de conscientização em várias cidades do mundo.

Fabrício Alexandrino

FONTE: Revista de História, Brasil.

18 DE AGOSTO DE 1892 - LISBOA: INAUGURAÇÃO DA PRAÇA DE TOUROS DO CAMPO PEQUENO


Praças de touros em Lisboa

Por muito que se tenha escrito e discutido sobre tauromaquia, ainda não foi possível até hoje, com verdade, saber-se quando teve inicio a lide de touros em Portugal, pois que, segundo se afirma, esse genero de toureio, já vem de epocas remotas, mesmo a preceder os circos de Roma. Na edade media, seculo XI, foi aproveitado o touro para brigar com cães, espetaculo este muito apreciado, n’essa epoca, pelos arabes.


Das minhas investigações minuciosas sobre a luza tauromaquia, muito especialmente na capital, tirei as seguintes conclusões veridicas, pequeno subsidio para a historia do toureio em Portugal:

D. Sancho II, em 1258, foi um grande entusiasta por touradas, chegando a farpear touros a cavalo, com bastante aficion, e em 1451, quando do casamento de D. Leonor com Frederico III, um dos numeros mais interessantes dos festejos, em Lisboa, foi a tourada realisada com o maximo esplendor e riqueza, n’uma praça improvisada nos terrenos junto ao Paço Real.

El-rei D. Sebastião, mandou construir em Xabregas, no ano de 1578, uma praça de touros e em 1647, foram promovidas brilhantes touradas na Praça do Rocio, bem como no Terreiro do Paço, em 1687.

Em 1739, foram lidadas reses bravas n’uma praça que o Marquez de Louriçal mandou construir junto ao seu palacio, no Largo da Anunciada.

Em 1738, na Junqueira, foi inaugurada uma praça de touros, demolida em 1879 e no local onde presentemente está situado o jardim da Estrela, n’um festival promovido pelas religiosas do Mosteiro de Sacavem, foram corridos touros em 1763.

Com enorme concorrencia e um entusiasmo extraordinario, inaugura-se em 4 de Julho de 1790 a praça do Salitre, que funcionou até 1830, e a 3 de Julho de 1831, efectua-se a primeira corrida de touros no Campo de Sant’Ana, á qual assistiram D. Miguel e sua irmã, a infanta D. Maria d’Assunção. Os lidadores n’essa tarde, foram os espadas Sebastião Garcia e Pedro José Rodrigues; cavaleiros: João Ferreira Grilo e Antonio Maximo de Amorim Velozo; bandarilheiros: Carlos José Rodrigues, Romão Maria Tornazeiro, Francisco José Rodrigues, José Maria Mendonça, Antonio Roberto, Joaquim Ferreira Grilo, Joaquim Emigdio Roquette e Antonio Bacharel; um grupo de forcados composto de valentes pegadores e quatro pretos, para o intermedio comico.

LISBOA: A antiga arena da Praça da Alegria.

Até Janeiro de 1889, data em que foi demolida a saudosa praça, deram-se numerosas corridas, sempre com bastante entusiasmo, pois n’essa epoca eram as touradas o unico divertimento onde o publico acorria em grande massa.

Durante tres anos não houve touradas em Lisboa, e a 18 de Agosto de 1892, foi inaugurado solenemente o grande taurodromo do Campo Pequeno, com o seguinte cartaz: 12 touros de Emilio Infante da Camara; cavaleiros: Alfredo Tinoco e Fernando Oliveira; bandarilheiros: Vicente Roberto, Roberto da Fonseca, José Joaquim Peixinho, João Calabaça, Rafael Peixinho, João Roberto e os hespanhoes Filipe Aragon (Minuto) e Vicente Mendez (Pescadero).

Esta praça que importou em 161.200$00, é pertença de um grupo de acionistas, com o direito á propriedade e terreno e o privilegio das touradas, bem como o dever de entregar á Casa Pia de Lisboa, a quantia de 3.500$00 por ano e a doação da praça a esta instituição, ao fim de 99 anos, que terminam em 1991.

Não consta que tivesse havido outras praças de touros em Lisboa, alem das que menciono n’este artigo, sendo certo que em 1893 foi construida a de Algés, por ocasião da greve dos cavaleiros, José Bento de Araujo, Alfredo Tinoco, Fernando de Oliveira e Manoel Casimiro de Almeida, que já todos dormem na ultima jazida, após tantos trofeus gloriosos, em tardes de inolvidavel recordação.

In Touros - Arte Portugueza, José Pedro do Carmo, Lisboa - 1927.

10 DE AGOSTO DE 1889 - PARIS: A PRIMEIRA TOURADA NA PRAÇA DE TOUROS DO BOIS DE BOULOGNE



A primeira tourada da "Gran Plaza de Toros" do Bois de Boulogne ocorre no sábado 10 de Agosto de 1889.


No domingo 28 de Agosto de 1890, os forcados africanos substituem os das Landes.

Na quinta-feira 9 de Outubro é realizada a primeira corrida nocturna.

No sábado 11 e no domingo 12 de Outubro, depois da tourada, é apresentado às 20:30 nas arenas, um concerto. A orquestra, composta por 160 músicos, toca obras de Berlioz, Gounot, Camille Saint-Saëns, Auber, Gaston Salvayre, etc.

A época de 1891 começa no domingo 24 de Maio e termina no domingo 8 de Novembro.

No domingo 5 de Julho é apresentada uma personagem inédita. Eis o relato do jornal diário parisiense Le Figaro (na secção "Correio dos Teatros"): "Para além das atracções habituais, que proporcionavam a presença de Valentín Martín, Le Mateito, os toureiros das Landes e os 'picadors', muito aplaudidos, é necessário mencionar o 'great event' da jornada com o aparecimento de Mademoiselle Gentis, a escudeira de alta escola, que acaba de realizar uma autêntica proeza. Foi a primeira a actuar, e combateu o touro com uma tal ousadia, que foi longamente aplaudida e coberta de flores. O habilidoso cavaleiro (José) Bento de Araújo partilhou o triunfo da charmosa escudeira."

A época de 1892 só começa no domingo 26 de Junho.

Todas as quintas-feiras e domingos, 10.000 a 15.000 pessoas deslocam-se às "arenas" de Paris para aplaudir Angél Pastor, Le Pouly, Le Mateїto, Francisco Granja, Juan Ripoll, Marius Monnier e os cavaleiros "en place" (José) Bento de Araújo e Mademoiselle Maria Gentis.

Na terça-feira 4 de Outubro de 1892 o jornal Le Figaro escreve: "Apesar do mau tempo, havia muita gente nas arenas da Rua Pergolèse. A 28ª corrida de touros foi marcada pela alternativa de P. Frascuelo. Foi das mais movimentadas e das mais brilhantes. Os touros eram vigorosos e derrubaram por mais de uma vez os picadores. José Bento de Araújo e a charmosa 'caballera' Maria Gentis permanecem excepcionais. Esta última deve lutar não só contra o touro, mas também contra o seu cavalo, que continua a ser rebelde. Ela plantou duas farpas magistrais. Frascuelo, cuja chegada era impacientemente aguardada pelos aficcionados parisienses, não os desiludiu. Demonstrou um talento e uma coragem extraordinários. A quadrilha provençal de Marius Monnier, de Marselha, despedia-se do público parisiense. Deixou-lhe a melhor impressão e foi alvo de uma verdadeira ovação. Na próxima quinta-feira é a 29ª corrida com Frascuelo. Início dos forcados africanos, cujo trabalho algo fantasista agradou imenso, no ano passado, aos frequentadores da 'Plaza'."

As actividades da "Gran Plaza" de Touros deixam de ser publicitadas a partir de terça-feira, 18 de Outubro de 1892.


Não é realizada em Paris uma única tourada na época de 1893.

No dia 12 de Janeiro de 1893, a Sociedade Anónima da Gran Plaza de Touros do Bois de Boulogne, com o capital de 5.000.000 francos, declara a falência.

As peças expostas no Museu Tauromáquico são vendidas em leilões. Em Setembro, as arenas e dependências são vendidas por um preço ridículo e são demolidas.

Em 1899, a tentativa de organizar touradas revela-se um fracasso.

Em 1925 são efectuadas algumas corridas nas arenas de Paris.

Em Setembro de 1942 são realizadas mais algumas no (tristemente célebre) Vel' d'Hiv (Vélodrome d'Hiver), na capital francesa.

Fonte: Hubert Demory

1 DE ABRIL DE 1924 - JOSÉ BENTO DE ARAÚJO NA LISTA DOS GRANDES CAVALEIROS


LE CABALLERO EN PLAZA

Ce nom prodigieux évoque dans nos souvenirs un spectacle plein de grâce et de majesté.

En effet il en est peu, possédant à un plus haut degré - si j'excepte à juste titre la tauromachie espagnole qu'elle soit Novillada ou de Cartel - qui puisse faire vibrer les "afficionados" a los toros ou a los toreros, davantage que le caballero en plaza.

Nos amis de "tras los montes" l'ont si bien compris que le caballero en plaza est désormais de toutes les grandes solennités tauromachiques, et même royales: Mariage princier, bénéfice de la Croix Rouge Espagnole, Corrida de la Presse, de Charité, etc.

Le travail du caballero en plaza est né au Portugal, et cela est assez compréhensible. La péninsule ibérique, en donnant naissance à ces deux peuples pourtant si dissemblables de moeurs et de langage que sont les portugais et les espagnols, a voulu les unir sur le terrain où se rencontrent tous les braves gens, j'ai nommé celui que nous aimons, celui qui est sacré pour nous: "L'Aficion".

Tous les gouvernements qui se sont succédés au Portugal, que ce soit monarchie ou république, ont toujours été adversaires irréductibles, de la corrida avec mise à mort; ce petit peuple latin, moins heureux que le peuple d'Espagne, n'a pas su imposer sa volonté, et alors il a essayé de tourner la loi - la ruse n'est-elle pas l'arme des faibles? - en instituant la corrida portugaise, où s'il y a mort, cette dernière est considérée comme un accident involontaire et par conséquent non justiciable et non punissable.

De ce fait tout le monde est content, les aficionados et la S.P.D.A. portugaise; cette dernière existe aussi là-bas, aussi méchante que chez nous et ce n'est pas peu dire.

Bibliothèque nationale de France

Voici donc notre caballero en plaza, au milieu du redondel qui va devenir le théatre de ses exploits.

Permettez-moi de vous le présenter.

Jusqu'à cette année les caballeros en plaza que nous avons eu le plaisir d'applaudir étaient costumés comme on l'était sous le règne de Philippe IV d'Espagne, costume noir, chapeau marquis avec plumes blanches, catogan et perruque poudrée à frimas, bottes vernies à l'écuyère, petite épée de cour à poignée de nacre au ôté, etc., etc. C'est ainsi que nous vîmes Barajas, frère aîné du jeune matador du même nom et, avant la guerre, notre picador de réserve "Capsir" n'hésitait pas à se travestir de la sorte, quand il essayait d'exécuter les suertes du caballero en plaza.

C'est à dessein que je dis essayer, car le pauvre garçon n'était pas un as de la course portugaise.

Le picador espagnol actuel qui réussit le mieux ce genre de suerte se nomme "Badila", et est connu de la plupart des aficionados des trois pays latins: France, Espagne, Portugal.

Voici les noms des caballeros en plaza, qui dans ces 30 dernières années ont le mieux illustré la Course Portugaise. Je cite par rang d'ordre:

(José) Bento de Araujo;
Les "Casimira d'Almeida" (père et fils);
Isidoro Grané;
Marciano de Ledesma;
Don Ruy de Camara.

Voilà pour les écuyers, car il y a eu également des écuyères, ce furent dans l'aristocratie portugaise:

Mathilde Vargas de Zaheleta de Oliveira qui combattit devant la cour de son pays et enfin une gracieuse écuyère française, Maria Gentis.

Ce qui prouve que si notre pays de France a donné à l'aficion espagnole Félix Robert et les Pouly, il n'a pas voulu rester en retard auprès de l'aficion portugaise, puisqu'il lui a donné une de nos charmantes compatriotes; dans les milieux bien informés, on croit de plus que Mlle Musidora va travailler fermement ce nouveau genre de sport.

Les armes du caballero en plaza sont de deux façons.

La première est le rejones en jarpas ou javeline longue et le rejon de muerte ou de mort qui ne peut être employé qu'en France ou en Espagne, d'une façon officielle.

Il reste bien entendu que l'arme principale du caballero en plaza, dont on ne parle pas, mais qui demeure maîtresse de la situation, c'est le cheval.

Ce magnifique coursier n'a rien de commun avec les maigres et lamentables haridelles de nos picadors, c'est généralement un pur sang andalou et qui connaît les "toros" aussi bien que son maître.

C'est dans la vigueur des jarrets de ce noble animal, dans la courbe gracieuse de son poitrail, dans la finesse et l'intelligence de sa jolie tête expressive, que va résider la beauté de la lutte, qui va lui permettre de sauver sa vie, tout en assurant celle de son maître lorsque tous deux se lanceront en duel faroule contre le non moins noble animal qui a nom: "Toro de lidia".

Mais les clarines ont sonné, notre cavalier est en selle. Son petit galop d'essai autour du redondel vient de finir. la porte du toril vient de s'ouvrir pour laisser passer le toro.

C'est l'instant tragique et délicieux entre tous pour le véritable aficionado, les deux adversaires sont dignes l'un de l'autre et nous admirons le caballero en plaza comme le digne descendant du "Cid Campéador" dont il porte le titre et continue le chevaleresque emploi.

Cessons ce lyrisme et entrons dans la partie technique du travail qui va se dérouler sous nos yeux.

Voici les principales manières de placer les rejones:

1º La suerte de tienta ou de cara (de face);

2º La suerte a tira ou a estribeira (a toro arrêté);

3º La suerte a Media-Vuelta (au demi-tour).

Pour la première de ces suertes, le caballero attend à gauche, et à 50 pas de la porte du toril, la sortie du toro.

Il va à la rencontre de l'animal par une marche oblique et assez lente, et a jurisdiccion, il cloue son rejon, éperonne vivement et passe sur le côté droit du toro.

Un capeador détourne le bicho si besoin est. C'est la suerte que les cavaliers exécutent dès le début de la course, la plupart du temps, et c'est pour cette raison que les portugais l'appellent à porta gaiola.

La seconde suerte se différencie de la précédente en ce sens qu'ici le caballero se dirige vers le toro arrêté au lieu de l'attendre ou de marcher à sa rencontre.

En somme, elle consiste pour le cavalier, à passer au grand galop, de la gauche à la droite du toro, en posant le rejon quand il arrive à la hauteur de la tête de l'animal.

Il est défendu de piquer si le toro n'humilie pas pour frapper.

Enfin, pour la troisième suerte et pour les toros difficiles, le caballero en plaza doit agir par surprise. Il se place à quelques pas derrière le bicho et sur le côté droit, court vers lui et quand l'animal se retourne, il cloue le rejon et s'enfuit.

Le toro a exécuté un demi-tour pour faire face à l'attaque, d'où le nom donné à la suerte "Media-Vuelta" au demi-tour.

Voilà donc succinctement exposées les différentes suertes du caballero en plaza, peu connues à ce jour.

Mais un jour, il vous sera donné de voir le prince des caballeros en plaza de l'heure actuelle, celui dont le nom est sur toutes les lèvres et dans bien des coeurs: "Don Juan Carnero".

Qui n'a pas vu Carnero n'a rien vu, il est la grâce, le courage, l'élégance, la distinction faite homme.

Beaucoup d'entre nous l'ont vu au cinéma, dans le film de "Sol y Sombra", qu'il tourna avec Musidora, mais c'était un rôle de torero à pied, il faut le voir à cheval et au naturel.

Il fut admirable à Dax et à Bordeaux, tout comme à Madrid et à Séville, rompant avec la tradition, il ne s'affuble pas du pourpoint en velours noir de Philippe IV, mais su seyant et si pittoresque costume de cavalier andalou, et quand vous le verrez "vestido de corto" vous aimerez la Course Portugaise, digne corolaire de la Course Espagnole et son égale par bien des points, de ce qui touche et exhalte notre âme latine, toujours sensible à la beauté, à la lumière, à la grâce, aux couleurs et à la bravoure de la "Fiesta Brava".

Henri LOUSTEAU, Secrétaire Général du Taureau-Sport Bordelais

In AFICION, ORGANE OFFICIEL DES SOCIÉTÉS TAURINES DE FRANCE ET D'ALGÉRIE, Marselha - 1 de Abril de 1924