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TEATROS
Con la plaza casi llena y bajo la presidencia del señor Michel, celebróse el 24 en Barcelona la primera de las dos corridas á la portuguesa.
La cuadrilla de José Ruiz (Joseito) capeó y benderilleó cuatro toros de la ganadería portuguesa, de D. Ignacio Roquete, vecino de Coimbra, con divisa azul y blanca.
El primero y el tercero fueron muertos á estoque por Joseito, y el segundo y cuarto por Ostion.
Ambos matadores, que trastearon con mucha serenidad, ganaron respectivamente la oreja del tercero y el segundo bicho.
Además, Joseito, provocó repetidas veces el entusiasmo de los tendidos, capeando á la navarra y á la verónica, con magistral destreza y clavando rehiletes de á cuarta al tercer toro.
La novedad del espectáculo era la aparición del caballero portugués José Bento d'Araujo, quien se presentó despues de la muerte del segundo toro, galladardamente montado en un brioso tordillo, y recorrió el redondel saludando al público.
El Sr. Araujo, que tiene elegante apostura, vestia casaca azul, pantalon ceniciento y sombrero tricornio, y reveló desde el primer momento grandes cualidades de ginete.
Estas se pusieron más de relieve despues de cambiar de caballo, al rejonear y banderillear con notable destreza dos toros embolados, ejercicio que fué aplaudido extraordinariamente.
La novedad del espectáculo y su dificuldad, pues se requiere para clavar rejones y banderillas, un buen caballo y un mejor ginete, fué debidamente apreciada por el público que tributó al Sr. Araujo nutridas salvas de aplausos.
Terminó la corrida, con la de dos toros embolados, con divisa y premio que se disputaron los aficionados, recibiendo regulares tumbos.
En resúmen:
La corrida á la portuguesa es una de las mejores en su género que se han celebrado en aquella plaza. La cuadrilla trabajó con buena voluntad y con fortuna: el ganado voluntarioso y muy bien armado. La novedad del caballero portugués, clavando rejones y banderillas, gustó extraordinariamente.
La corrida del 25 se vió menos favorecida que la anterior. Siguióse enteramente el mismo programa, y aunque el ganado era muy entero y de buena estampa, se mostró bastante huido, haciéndose difícil en la muerte. Joseito y Ostion bregaron bien, superando las dificuldades que se les ofrecian.
El caballero portugués luchó tambien con la tendencia á huir de los toros, clavando sus rejones siempre que se le presentó la suerte y cabalgando con su habitual maestría.
In BOLETÍN DE LOTERÍAS Y DE TOROS, Madrid - 3 de Julho de 1892