24 DE JUNHO DE 1894 - LISBOA: UMA EXCELENTE CORRIDA PARA GUERRITA E JOSÉ BENTO DE ARAÚJO (na imprensa espanhola)



APUNTES TAURINOS

LISBOA. - Por primera, y quizá única vez, voy á dar á mi correspondencia mayores proporciones de las acostumbradas. Todo lo merece la corrida 12.ª en la que el gran torero español Guerrita, hizonos presenciar las galas de su fino y completo arte, proporcionándonos una tarde que indeleblemente permanecera grabada en nuestro pensamiento.

A las cinco en punto hizose la señal y aparecieron los valientes diestros, á los que se se les hizo una soberana ovación.


El primero de los de Palha no tardó en presentarse, después de estar colocado en su sitio D. José Bento d'Araujo. Fué el bicho berrendo en negro, capirote, botinero y de hermosa presencia.

El citado caballero hizo una concienzuda faena consistente en ocho rejones puestos con precisión y valentía, y consintiendo tanto que una de las veces fué alcanzado su caballo.

El segundo, cárdeno y bragado, y también con respeto suficiente, recibió ocho pares de banderillas de Rafael, el nuestro, y Minuto, muy superiores los dos primeros.

Guerrita, largó cinco buenas verónicas y algunos lances por tierra recibiendo muchos y nutridos aplausos.

El tercer toro, del pelo del anterior, fué adornado con cinco pares y medio de rehiletes que le pusieron Cadete y Calabaza.

Después Guerrita, conmenzó con verónicas y luego se echó el capote á la espalda para dar algunos faroles ceñidos, entusiasmando á la concurrencia.

Era el cuarto el que salió para que la cuadrilla de Guerrita entrara en faena Almendro, después de intentar en vano parear á la porta gallola, cuarteó un par superiorísimo. Con la ayuda de Primito colocan tres pares y medio más, y Guerrita, que había recortado capote al brazo, tomó los trastos entre la espectación más grande.

Clavando materialmente los pies en la arena, dió el cordobés seis pases en redondo acabadísimos, siete de pecho superiores, uno de molinete, tres altos y alguno más, todo entre delirantes aplausos y voces de viva Córdobal, y arrancando muy corto y muy por derecho señaló á volapié una estocada en todos los altos.

Lo que alli pasó no tiene nombre. Aplausos delirantes, vivas, e infinitos obsequios. Todo muy merecido. Bien por los toreros valientes!

Antes de presentarse el quinto animal salió D. Adelino Rapozo, que sin gran lucimiento y con apuro casi siempre, colgó cinco hierros que unos aplaudieron y censuraon otros. El caballero fué trompicado dos veces, salvándole en una de un desavio el oportuno capote de Teodoro.

Para que lo banderilleara el gran Guerrita, salió el sexto toro, cárdeno con bragadura blanca, y reparado de la vista, por lo que el famoso diestro no pudo lucirse como él acostumbra cuando coge las banderillas.

Así y todo, citando á dos varas de distancia, y derrochando arte y maestría, colocó cuatro pares que aún se están aplaudiendo.

Con la capa dió luego diez verónicas encoraginado, y con la muleta trasteó superiormente, llevándose el toro a las tablas y sentiándose ante él en el estribo. El delirio de plausos y vitores!


Séptimo, negro, bragado, bien de armamento, fué trabajado por (José Bento de) Araujo, que clavó cinco hierros, el primero á gaiola con mucho arte. Concedido permiso para poner banderillas, colocó dos buenos pares que se le aplaudieron grandemente por la concurrencia.

En octavo lugar apareció un toro retinto, lomipardo, al que le pusieron seis buenos pares de palitroques.

Guerrita volvió á enloquecer al concurso con sus bonitos y artisticos pases de muleta. Al acabar uno de pecho se arrodilló y comenzó á echar arena á la cara de la res, señalando á continuación una buena estocada a volapié neto. (Aplausos).

El noveno fué de idéntico pelaje que el otro, y al mismo le parearon Primito y Almendro, dejándole con buen arte ocho harponcillos.

Guerrita corrió al toro con la suerte del abanico, y después de parar en firme con artistica postura, dió hasta diez verónicas con otros jugueteos que repitieron las anteriores ovaciones.

Toro número 10, jabonero de pelo y bien puesto, fué banderilleado por Teodoro y Calabaza.

Guerrita cedió la muleta al primero de dichos diestros, y con la ayuda del torero español dió Teodoro nueve muletazos con no mal arte y no poca serenidad.

Después salió otro toro destinado al caballero Rapozo, quien tampoco logró lucirse con su trabajo, escuchando aplausos y censuras abundantes.

Y terminó la corrida un bicho cárdeno al que parearon nuestro Rafael y Minuto, con la ayuda de Almendro, que dejó el capote en los cuernos, de donde lo recogió Cadete. (Aplausos.) Almendro después toreó de capa con lucimiento.

Resumen. - Los toros de Palha nos desquitaron de los bueyes que hasta ahora habiamos visto. El público tributó al ganadero más de una ovación.


De los caballeros, (José) Bento (de Araújo) muy bien en todo. Rapozo desgraciado.

Banderilleando y en brega, Almendro en primer lugar. Luego Minuto, Teodoro y Cadete.

Guerrita superior. Hago mias las siguientes palabras de un revistero de esta capital, que dice en su periódico: Qué decir de Guerrita, de su extraordinario trabaljo? Con el capote como con la muleta, parado, ceñido, consintiendo á los toros como él sólo sabe. La actividad extraordinaria de que dió muestras toda la tarde, hizo que sus faenas fuesen de lucimiento único y excepcional. Todo cuanto digamos con respecto á este coloso, seria pálido reflejo de lo que vimos y aplaudimos. Viva Córdoba! Viva el Califa II, el lucero de la tauromaquia! - UN FORCADO

In EL ENANO, REVISTA DE TEATROS, LOTERÍAS Y TOROS, Madrid - 27 de Junho de 1894