Tauromachia
A «Lidia» refere-se d'este modo a José Bento (de Araújo) e a Manuel Casimiro que ha dias trabalharam na praça de Madrid.
«Los caballeros portugueses, montando dos hermosos caballos tordos, y luciendo (José) Bento (de Araújo) casaca de seda negra, y Almeida, de terciopelo azul y tranzadas las monturas con los colores nacionales, y encarnado y verde respectivamente, preparáronse para la suerte y apareció el.
1.º Vinatero, de Arrabal; negro zaino, grande y cornalón. A las primeras de cambio, le dió por quedarse, haciendo premiosas las entradas de los rejoneadores, clavándole (José) Bento (de Araújo) tres buenos y Almeida dos, uno de ellos bueno también, siendo alcanzado su caballo en el último sin consecuencias.
2.º Jaqueton, de la misma ganaderia; casaño, ojinegro, bragado, bociblanco y bien puesto. Si el anterior se quedó, éste no quiso ser menos, quebrando (José) Bento (de Araújo) solo dos rejones, que no clavaron, y Almeida otros dos, de los que sólo agarro uno. Luégo ambos caballistas tomaron un par de banderillas y las dejaron que ni pintadas en las péndolas del de Arrabal, siendo extraordinariamente aplaudidos por ello y por su pericia como jinetes consumados.»
In DIARIO ILLUSTRADO, Lisboa - 2 de Junho de 1891
NOTA de Rui Araújo:
Eis o artigo original sobre a "Corrida Extraordinaria" de 24 de Maio de 1891, em Madrid, que foi publicado na edição de 25 de Maio de 1891 da revista taurina LA LIDIA:
«Está considerada no sólo como la más importante revista de las dos últimas décadas del siglo XIX, sino de la historia del periodismo taurino español, por la modernidad de su presentación, por la calidad de sus redactores y colaboradores y por la finura de sus bellas estampas cromolitográficas en color que introdujo en la prensa española, como ya señalara Pedro Gómez Aparicio en 1971. Fundada por Julián Palacios Salinero (-1911), propietario de un establecimiento litográfico madrileño al que dotó de los más modernos adelantos técnicos, quien como su editor-propietario puso al frente de la dirección literaria de la publicación a uno de los más excelentes críticos del momento, el jurisconsulto de origen malagueño Juan Martos y Jiménez (-1891), que usó el seudónimo Alegrías. Publica su prospecto el domingo, dos de abril de 1882, como “revista taurina ilustrada con cromos”, que aparecería el día siguiente de cada corrida habida en Madrid.
En una época en la que en España se llegaron a editar hasta un centenar de periódicos taurinos, la mayor parte de corta vida y siempre durante las temporadas de feria, La Lidia llegó a tirar hasta 20.000 ejemplares. Pero al final de su vida entró en decadencia. Peña fallece en 1896, en abril de 1897 le sale un serio competidor –Sol y sombra-, un año después fallecen Sánchez de Neira y Frascuelo, y con el cambio de siglo muere también Lagartijo. El 26 de noviembre de 1900, La Lidia publica su último número, después de diecinueve años de publicación ininterrumpida. Con este título reaparecerá en Madrid, en 1914, una nueva revista taurina.»
Hemeroteca Digital, Biblioteca Nacional de España (BNE), Madrid