7 DE NOVEMBRO DE 1897 - RIO DE JANEIRO: OS CAVALEIROS ALFREDO TINOCO E JOSÉ BENTO DE ARAÚJO NUMA TOURADA CARIOCA (na imprensa espanhola)


Biblioteca nacional de España

RIO JANEIRO


Corrida celebrada el 7 Noviembre.

Emplazado que he sido
por Sabañones
á dejarme de juergas
y diversiones;
á no comer sardínas
de las de Nantes,
y asistir á los toros,
pero cuanto antes;
temiendo á Sabañones,
- ¡naturalmente! -
pues es cosa que pica
muy lindamente,
acudo presuroso,
su cita al darme
para no tener luego
de qué rascarme.
¡Y, déjese de molestias
el Sabañones!
pues ya sabe que tiene
para juzgar el arte
sus condiciones.

¡Y no es porque lo diga yo, que lo dice... to el mundo!


La corría del domingo, en beneficio de Avelino Faría, estaba anunciada á la moda portuguesa antigua, que tiene un paresido con las corrías reales de nuestra tierra, sustituyendo los enforcaos á nuestros alabarderos y con el llamado nieto en la arena, que es el clásico alguacil de las corrías españolas.

Por lo demás, sala la cuadriya y con ella la Asémola (no es sopa), Las Farpas, una mula cargada con dos baules, que lleva á sus dos taos los enforcaos y que me hace el efecto de una partida de quinquilleros ambulantes. Descargaos los artículos, y después de tomar posición los de la pega con el forcado en ristre, el alguasil Sr. Teixeira Cardoso da orden de salía al primer toro.

La fiera no da juego, y á duras penas coloca Tinoco un hierro; Chispa al cabar una larga salta la barrera desastradamente; y en la caída se produce una luxación en un pié y hay que llevárselo en brazos á la enfermería. La lidia se resiente de la falta del diestro, y no hay Dios que saque al torito de la barrera.

El Gordito coloca medio par, tropieza, cae y el toro lo acaricia; va á capear, y recibe nuevo achuchón. A todo esto vueltas y más vueltas de Tinoco, y el toro que nones. Se lo yevan.

Y sale otro que paese el mismo. Tinoco cuelga tres rejones á toro parao y bien parao; el público grita ¡fuera!; los enforcaos rechazan un asalto á punta de horquilla y los mansos se yevan aquel compañero, digno también de un senserro.

En el tercero, á vueltas de algunos pares puestos en el aire, coloca Cruz dos en el toro, bien puestos; Calabaza dos medios y Pontes dos pares bastante aceptables. Las honras del toro caben al caballero Teixeira, que coloca dos hierros superiores dignos de un maestro, cuanto más de un aficionado como él.

El cuarto sale con voluntad y muchos piés. Los enforcaos tienen que aguantar varios ataques, en los que el animal destrosa dos horquiyas y carga con otra enredada en los pitones. Teixeira coloca un buen rejón y Faría cuatro buenos, sobre todo el último con una entrada valiente. Cruz se porta hasiendo unos recortes de capa bien hechos.

Sale el quinto, y el Chispa cojeando, pone un par bueno, Calabaza otros dos de la misma calidá y el Morenito tres como él sabe, es decir, con todas las reglas del arte. El testarudo del Chispa, en su afán de trabajar, capea al bicho, y á pesar de la cojera, le hace al pelo, acabando con una navarrita de primera. Sin, embargo como era de esperar, al saltar la barrera, el pie lastimado le falla, y para evitar una cogida el maestro, tiene que arrojarse como puede, y se convence de que no puede trabajar. Nada de tonterías y á curarse pronto, porque está probado que en la plasa hase falta la capa del Chispa. En este toro Cabeza hase una pega de espaldas que vale una ovación fenomenal.

El sexto lo adorna el Gordito con cinco pares buenos, sobre todo el tercero, citando en corto y entrando y saliendo muy bien, y después de unos pases de muleta bastante buenos y ceñíos, señala una estocada á paso de banderillas, no maleja del todo. Pega buena de Antonio Fernández.


¿Y que diré del último? El toro no quiere acometer, y (José) Bento (de Araújo) le adorna como puede con tres rejones y uno corto bien puesto.

El trabajo está cumplido,
el lector libre de carga,
Sabañones complacido,
y con revista tan larga
el público ya aburrido.

ALIFONSO MONTERIYA.

In EL TOREO, Madrid - 20 de Dezembro de 1897