15 DE AGOSTO DE 1880 - MADRID: MAIS UMA CORRIDA NA PRAÇA DA CAPITAL DE ESPANHA COM O CAVALEIRO JOSÉ BENTO DE ARAÚJO (na imprensa espanhola)

 

Biblioteca nacional de España

SECCION DE TAUROMÁQUIA

TOROS Y NOVILLOS

Corrida celebrada el domingo 15 de Agosto de 1880.

Presidencia de D. Manuel Darriba y Dorrego.

Para el espectáculo de ayer estaban anunciados como matadores Gabriel Lopez (Mateito) y Tomás Parrondo (Manchao), quienes en union de sus correspondientes cuadrillas, torerarían dos toros de puntas, procedentes de la ganadería de D. Donato Palomino, vecino de Chozas de la Sierra.

El caballero portugués (José) Bento d'Araujo rejonearía dos toros embolados, de los cuales uno pertenecía á la ganadería antes citada y el otro á la de D. Félix Gomez, de Colmenar; y á manera de preludio, los jóvenes principiantes ensayaríanse con dos novillos embolados.

A las cinco en punto presentóse el presidente en su palco y dióse principio á la fiesta con una silba monumental, por no salir nada más que un picador para castigo de los cuneros. Verdad es, que para lo que allí habia que picar aun sobraba.

La lidia del primer toro embolado, se redujo á media docena de encontrones con el de á caballo, unas cuantas carreras y un par de revolcones para los toreros del porvenir. Uno de estos diestros fué aplaudido por tirarse oportunamente al suelo, yendo perseguido por el embolado. Ni un sólo par pudieron señalar los banderilleros en embrion, visto lo cual, el presidente dió por terminada la lidia de la primera res. Lleváronsela los mansos y salió el segundo de bolas, que á su presentacion fué cuarteado por un mono sábio, y luego no hizo de notable más que saltar por la puerta de arrastre. Los futuros banderilleros continuaban llenos de jindama y tampoco á este bicho pudieron señalarle par ninguno, por lo que fueron obsequiados con una estrepitosa silba. Malos principios son estos, queridos principiantes.

Retirado el morucho al'corral, á nueva señal del presidente presentóse la cuadrilla capitaneada por Mateito y Macnhao, vestidos respectivamente de azul con plata, y corinto con plata; y una vez saludada la presidencia, ocuparon sus puestos los picadores, se dió suelta al primer toro de puntas, que era retinto encendido, aldinegro, meleno, de poder, muchos piés, finas y bien colocadas astas, lleno de carnes y certero en el herir. Llamábase Valenciano. La primera vara que tomó fué delante del tendido núm. 3, donde estaba colocado el picador Ortega, á quien derribó matándole el caballo, y haciéndole sufrir un golpe que le obligó á ir á la enfermería, sin que pudiese continuar la lidia.

En esta caida acudió Mateito á hacer el quite, colocándose próximo al caballo; algo más separado se encontraba Manchao y más distante ó sea en tercer término y entre ambos estaba Nicolás Fuertes (el Pollo). El toro, que estaba levantado, al hacer su salida natural se dirigió como un rayo hacia el banderillero Fuertes, quien al verse venir inopinadamente la fiera, titubeó dudando qué terreno tomar, en cuyo momento de vacilacion le cogió á todo poder el toro, metiéndole el asta izquierda por el pecho y voltéandole, siguiendo la fiera su viaje. El desgraciado banderillero cayó de cabeza, hizo intencion de ponerse en pié, pero cayó inmediatamente desplomado, arrojando por la herida sangre á borbotones. El asta le habia atravesado el corazon.

Siguió despues la lidia bajo la dolorosa impresion que una desgracia de este género puede producir, y el bicho tomó dos varas más de Juan Leon, derribándole en ambas y perdiendo dos caballos. Francisco Gutierrez puso otras dos varas, cayendo en ambas y perdiendo otros dos jacos. El toro era muy certero.

A los quites Mateito, siendo muy aplaudido.

En el segundo tercio de la lidia, la res cortaba el terreno y Raimundo Rodriguez (Valladolid) demostrando mucho corazon, le banderilleó solo, clavándole tres medios pares, uno de ellos á cuarteo y los otros á la media vuelta, por lo que fué aplaudido. Carbonell, que debia parear con Raimundo, hizo una salida falsa y luego fué á la enfermería, pues se lastimó al saltar la barrera.

El toro al llegar á la suerte suprema, estaba completamente huido, saltando la barrera dos veces por el tendido 4; dos por el tendido 10, detrás de Mateito, una por el 3 y otra por el 8, intentando despues saltar al tendido y conseiguiendo meter la cabeza por encima de la contrabarrera del 7 y la del 4, proporcionando algunos sustos á los espectadores de barrera.

Mientras estuvo en el redondel, dióle Mateito tres pases naturales y cuatro con la derecha, una estocada corta á la media vuelta y un pinchazo á paso de banderillas, no pudiendo continuar la brega, porque el presidente, accediendo á los deseos del público, mandó retirar el bicho del corral. Mateito estuvo trabajador y sereno, siendo aplaudido y obsequiado con cigarros. Mateito dió á este toro dos verónicas y una de farol perdiendo el capote.

Retirados caballos y toro muertos del redondel, presentóse (José) Bento (de Araújo) montando un soberbio caballo castaño lujosamente enjaezado, con el que saludó al público haciéndole tambien andar al paso de costado é inmediatamente entróse á cambiar de potro, saliendo en uno negro, nervioso y de excelente estampa, con el que se colocó á distancia conveniente del toril á aguardar la salida de Marqués, toro embolado de la ganadería de D. Félix Gomez, á cuya res puso (José) Bento (de Araújo) un buen rejon á porta-gayola: colocándole despues tres más al cuarteo, uno á la media vuelta y otro á la carrera, despues de lo cual pasó el bruto á manos de Valladolid, quien despues de seis naturales, ocho con la derecha, dos por alto, un cambio, cuatro pases de pecho, un pinchazo en hueso desde largo, un volapié delantero, un pinchazo arrancando, otro rompiendo el estoque y dejando un trozo de hoja dentro del toro; despues de esto, repito, le entregó al puntillero, que acertó al noveno golpe. Valladolid intentó dos veces  el descabello. El toro era retinto claro, con muy poca asta y bravo.

El segundo toro de puntas se llamaba

Lechuguino, era retinto oscuro, cornibrocho y algo vuelto. Demostró poca voluntad para los de á caballo, pues sólo se arrimó una vez á Gutierrez, escupiéndose al momento, por lo que fué sentenciado á fuego, de las que le puso medio par á la media vuelta Conejo, único rehilete que llevó el toro, pues el Zoca no consiguió clavar á pesar de haber entrado ocho veces á buscar la suerte.

El toro, que se encontraba en todo su poder, saltó por el tendido número 2, y vuleto á la plaza llevó del Manchao cuatro naturales, dos por alto y 10 con la derecha, perdiendo en una colada el trapo y tomando el olivo el chico. Despues precipitadamente dió una baja á la media vuelta, y el toro, por órden presidencial, fué retirado entre los mansos.

Mateito, cuando vió que Zoca no clavaba, quiso parear y tomarle los palos de la mano, pero se opuso el Manchao.

El último toro era enmanguetado (pues hoy no sacaban los toros de rejones las bolas de metal), y el caballero (José) Bento (de Araújo) púsole tambien á porta-gayola un buen rejon, pasando luego cuatro veces sin clavar y colocando luego uno al cuarteo.

El bicho murió de una tendida y otra alta que le propinó Valladolid, despues de cuatro naturales y uno de telon.

Los capitalistas se echaron al redondel á llevar algunos revolcones que los seis moruchos últimos les tenian reservados, pero bajaron pocos muchachos.

Resúmen: La entrada buena; la tarde bochornosa. Mateito y Vlladolid muy valientes con el toro de la catástrofe. Manchao regular. la presidencia desacertada en mandar lso toros de puntas al corral. El servicio de caballos cueno; lo demás no merece especial mencion.

In BOLETÍN DE LOTERÍAS Y DE TOROS, Madrid - 16 de Agosto de 1880