4 DE SETEMBRO DE 1904 - LISBOA: A MELHOR CORRIDA DA TEMPORADA? (na imprensa espanhola)


Biblioteca nacional de España

TOROS EN LISBOA


4 septiembre 1904

Lejos todavía de estar del todo repuesto, pero siguiendo muchísimo mejor, como soy un poquitín más aficionado á los toros que Maura á los frailes, hice un sacrifício y me marché á nuestra hermosa plaza de Campo Pequeño, donde se realizaba la corrida á beneficio del notable y simpático banderillero Tomás da Rocha.

El cartel tenía buenos elementos, como el debut en Lisboa de Regaterín, el debut de un nuevo cruce de la ganadería del doctor Guizado y los nombres de José Casimiro y de Tomás da Rocha, por eso se vió en la plaza un lleno y la mar de caritas bonitas, propias para quitar el juicio á los... aficionados; y diciendo que el beneficiado tuvo muchísimos regalos, sobresaliendo un rico traje de luces, plomo y oro y las cabezas de los toros Gallardo y Caserito por él banderilleados en Badajoz, entro en la reseña.

A las cuatro y minutos entró en el palco presidencial el señor Conde de Sabroza, alcalde de Lisboa; sonaron los clarines y las cuadrillas hicieron las cortesías al son de los acordes de la marcha Conde de Arcos y en medio de nutridos aplausos. El beneficiado recibió una ovación de sus amigos y entusiastas. 

LOS TOROS: El ganado que pertenecía al doctor Guizado, vecino de Coruche, salió desigualito, pero bravo y noble, salvo el noveno que fué blando, distinguiéronse por bravísimos y superiores el segundo, cuarto, quinto y octavo; el primero, tercero y sexto cumplieron buenamente; y el séptimo que era una catedral, é hijo del muy célebre toro Capirote y el décimo hicieron tambien una pelea regularcita.

La divisa del ganadero por las estrellas, y él, que asistia á la corrida desde un palco, se ganó una gran ovación, y bien merecida.

¡Que sea enhorabuena!

LOS REJONEADORES: José Bento (de Araújo) en el primero quedó bien y los cuatro rejones largos y los tres cortos con que adornó el morrillo del cornúpeto, resultaron algo más que buenos; en el sexto su faena fué deslucida, por la colocación de los hierros, que casi siempre salieron delanteros y por añadidura la montura fué alcanzada algunas veces. (Ovación en uno y silencio en las masas en otro).

José Casimiro en su primero confirmó sus créditos de artista concienzudo y valiente; clavó ocho largos y cortos, demostrando que es uno de los pocos que saben lo que traen entre manos (Grance ovación).

En el noveno que era cobardón y blando nada pudo hacer aunque lo citó siempre en corto y muy bien, cosechando aplausos de los buenos aficionados.

REGATERÍN: Vestía flameante traje verde mar y aureo metal; desconociendo completamente la lidia portuguesa, se mostró receloso del público; empezó por veroniquear y gustó á los inteligentes, por torear á ley, ó sea solamente con los brazos; marcó unas largas y recortó capote al brazo, bellamente; banderilleando al séptimo puso un par al cuarteo, superior; otro de frente bueno y otro cambiando los terrenos, regular; con la franela en el segundo tuvimos algo de Cake walk y en el quinto desconfiado estuvo y con su mijita de embarullamiento; pero en el octavo, ganó una ovación magna y vuelta al ruedo, por la superiorísima faena empleada, en que, á dos dedos de los pitones, derrochando valentía, dió dos pases de cabeza á rabo, uno de rodillas, uno de pecho y dos cambiados, de lo mejor que se ha visto en Lisboa. En los simulacros, entró siempre con enjundia y la mar de riñones.

BANDERILLEROS: Cadete en la gaiola y en los tres cuarteos al segundo, requetebien; Calabaça (S) nada más que regular, Manuel dos Santos malísimo en el tercero y regular en el noveno; Cruz "ni fu ni fa" siendo cogido en el último de la tarde y Megia, cuarteando clavó un par superior.

Torres Blanco, que banderilleó en Valencia de Alcántara en el mes pasado, toros sin sombreros en los cuernos, en el tercero, estuvo superiorísimo de verdad, recibiando muchos aplausos, pero no tantos como merecía.

A Tomas da Rocha, le diría alguna cosa pero como fué el día de su fiesta artística me callo y le perdono; solo diré que en el toro quinto colgó ocho pares de padre y muy señor mío; y en el octavo siete, todos monumentales, especialmente el último al cambio, que resultó archimonumental. (Ovación, sombreros, puros, musica, etc...)


Los forcados, bien y valientes. Servicios de plaza, malos. La tarde agradable. 

La corrida buenísima y quizás la mejor de la temporada. Se despide hasta el domingo.

SOMBRERO-ANCHO

(Instantáneas de los Sres. Macieira y Neves).

In LA FIESTA NACIONAL, Barcelona - 24 de Setembro de 1904